Por: Jorge Juvenal Campos Ferreira
Ilustración: Raquel Moreno, cortesía de Nexos
A pesar de estos casos de éxito, también existen desafíos con el uso de las redes sociales en las campañas políticas. Uno de los mayores problemas es la desinformación y la difusión de noticias falsas: los candidatos y sus seguidores pueden utilizar las redes sociales para difundir información engañosa o manipulada con tal de influir en la opinión de otros votantes. Esto puede tener un impacto negativo en la confianza de los votantes, en la polarización de la sociedad, en la información que reciben y en la integridad de las elecciones. Otro problema es el uso indebido de datos en las campañas políticas en redes sociales. La recolección de información para dar publicidad política personalizada o hiperpersonalizada puede volverse un problema si se hace sin el consentimiento de los usuarios o si se afecta su privacidad o confidencialidad. Algo como lo que ocurrió en 2015 con Cambridge Analytica, que obtuvo millones de datos de Facebook sin su consentimiento para perfilar usuarios y mostrarles publicidad adecuada a su psicología e ideología.