Por: Fátima Gamboa Estrella
Ilustración: Alma Rosa Pacheco, cortesía de Nexos
Por la historia de exclusión, lo justo sería lanzar una terna compuesta únicamente por mujeres. Y garantizar así la designación de una mujer como ministra. Queremos que sea ministra. Esto sería un paso importante para instrumentalizar la paridad de género y así reducir la brecha de participación de las mujeres en la vida pública, política y judicial del país. Que sólo el 2.73 por ciento de las personas designadas al cargo máximo para la impartición de justicia en México hayan sido mujeres es una evidencia de la discriminación estructural institucionalizada para acceder a los puestos de poder y tomas de decisión en condiciones de igualdad. De tal manera que el proceso de designación y el resultado en la integración han excluido las mujeres de participar como ministras en la SCJN, en condiciones de igualdad, durante los casi 200 años de su existencia.
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