Por: Carlos Salazar Lomelín
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
¿Qué sucederá a México? ¿Fue correcta la decisión de no apoyar al aparato productivo aduciendo, con un sentido más ideológico que real, que éstas eran medidas neoliberales? El tiempo y la realidad nos dirán. Pienso que se pudieron —y se pueden— movilizar una serie de fortalezas que tenemos. Desde la cultura de la solidaridad y la fraternidad, el apoyo entre los mexicanos en donde siempre hay una mano amiga ante las desgracias (“donde comen dos comen tres”), hasta variables más complicadas, pero reales, como son las finanzas públicas sanas y un sistema financiero suficientemente estable y fortalecido. Todo ello nos podría permitir implementar programas que disminuirían los efectos negativos del paro de actividades y evitarían que una crisis de liquidez temporal se convirtiera en una de solvencia que destruye empleos, consumo y, tarde o temprano, afecta también las finanzas públicas.