Racismo sin raza

El mito de México como un país mestizo sin distinciones raciales, ha servido para que la fisionomía indígena sigue estando asociada a la condición de servidumbre.

Lla categoría de raza es absolutamente inválida en términos biológicos.
Nexos
Ciudad de México /

Por: Natalia Mendoza

Ilustración: Raquel Moreno, cortesía de Nexos

La categoría de raza es absolutamente inválida en términos biológicos. La especie humana es notablemente homogénea genéticamente y no hay un solo criterio que permita dividirla en subespecies: hay más divergencia genética en un grupo de pingüinos aparentemente idénticos que entre humanos de varias “razas”. De hecho, la antropología física ha encontrado consistentemente más diferencias genéticas al interior de cada supuesta “raza” que entre éstas. Esto es particularmente cierto en el caso de la “raza negra”, pues África es el continente con mayor diversidad genética y esa es una de las razones por las que sabemos que ahí se originó la humanidad. Las “razas” existen en tanto construcciones históricas y culturales, con consecuencias materiales claras, pero desde el punto de vista genético son una clasificación tan arbitraria como la diferencia entre brahmanes y parias.

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