Por: Rodrigo Osorio Díaz y Obed Román
Ilustración: Gonzalo Tassier, cortesía de Nexos
La discusión sobre el papel que la economía debería jugar, así como sus fallas actuales, refleja la consistencia lógica y la capacidad de predictibilidad de la teoría económica (dimensión epistemológica) y las ideas sobre el mundo real que predominan entre corrientes críticas (dimensión ontológica). Además, dentro de la economía en general existe un abandono de la dimensión normativa; es decir, de sus cuestiones éticas y morales en aras de conservar el carácter científico de la teoría. Esta situación, junto al malestar de una mayoría creciente de la población mundial, ha planteado la coyuntura perfecta para que la política señale a los economistas como los culpables de la implementación de políticas económicas que han generado creciente desigualdad, corrupción, degradación del medio ambiente y el abandono de sectores históricamente desfavorecidos.
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