Por: Gabriela Estrada y Teresa García
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
Aún hay una gran deuda en materia de seguridad. Es por esto que, lo que se esperaría de la siguiente titular de la Secretaría de Seguridad es que atienda la violencia con la que millones de mexicanos viven diariamente. Es necesario revertir el actual proceso de militarización acelerada y que, en cambio, se cumpla con el mandato constitucional de construir una corporación federal de carácter civil, que complemente los esfuerzos para fortalecer a las policías locales. Se debe concebir a la seguridad pública como una prioridad de Estado, por encima de partidos y ambiciones electorales. Sólo así tendrán viabilidad escenarios de seguridad y justicia para México.