Por: Laurianne Despeghel
Ilustración: Kathia Recio, cortesía de Nexos
Falta todavía mucha información sobre las causas de defunción, condición socioeconómica o lugar de residencia que se conocerán hasta la conciliación de los datos de las actas de defunción por parte de la Secretaria de Salud y del INEGI, un proceso que puede tardar hasta el 2022. A medida que se tenga información más completa se podrán explicar las diferencias de mortalidad por sexo, grupos de edad, nivel socioeconómico y el desempeño comparado con otros países, así como analizar las fallas del sistema de prevención y atención que llevaron al alto saldo humano de 2020. Por lo tanto, hasta ahora, y con los datos que contamos, éste es el injusto retrato del difunto promedio en México en el 2020: uno de muchos, contagiado en exceso, hombre, más joven y habitante de zonas de bajo desarrollo humano.