Por: Carlos Chablé y Monika Meireles
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
La banca no tiene atribuciones alquímicas para convertir lo que sea en oro-oro, con lo que ella sí cuenta es con la capacidad de dotar de poder de compra a quien ella quiera sin la necesidad de tener un respaldo en dinero físico en caja. O sea, aquel “poder divino” de creación de la expresión de riqueza que tenía Midas ha pasado a la laica banca comercial en la forma de dinero endógeno. Incluso, dadas las nuevas tecnologías digitales, este “toque de Midas” rebasa los ya amplios límites de la capacidad de generación de poder adquisitivo por parte de la banca comercial.
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