Ricardo Anaya, las tentaciones de la suerte

Cuando se escriba la historia política de Ricardo Anaya, resultará que los últimos 5 meses de 2014 marcaron su destino: lo pusieron en la boleta electoral del 1 de julio y sembraron los enconos que volvieron con furia en tiempos de campaña.

Ricardo Anaya, las tentaciones de la suerte
Nexos
Ciudad de México /

Por Carlos Puig

Ilustración: Oliver Flores

Cuando le preguntan cuál es su principal cualidad, Ricardo Anaya dice que la tenacidad. Me lo dijo a mí y lo ha dicho en muchas entrevistas. Cuando uno habla con sus cercanos, y hasta con sus adversarios, reconocen en él una inteligencia excepcional y una disciplina de trabajo obsesiva. Su meteórico ascenso desde un pequeño puesto en el municipio de Querétaro hasta la boleta de candidato presidencial para el primero de julio se explica en parte porque ha impresionado siempre a sus jefes y estos le han dado la mano y lo han invitado a mejores puestos. Él lo explica de otra manera: “En esto de la política siempre hace falta alguien que trabaje”.

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