Por Andrea Escobedo Lastiri
Ilustración: Patricio Betteo
Empezar a hacer de esto una conversación del interés público es necesario en este momento, porque al Estado le corresponde impulsar las condiciones para promover que los beneficios del desarrollo tecnológico sean incluyentes. A todos nos corresponde ser parte del diálogo para que la innovación se haga de manera responsable. No tenemos que ser del gremio de científicos de datos, expertos técnicos en las tecnologías de la información y comunicación (TIC); somos usuarios y estamos inmersos en dinámicas económicas y sociales que se transforman de manera profunda y acelerada. A todos nos conciernen las consecuencias que el uso de la tecnología —o la falta de acceso a ella— tiene en nuestra vida diaria.