Por: Samuel Guadalupe
Ilustración: Fabricio Vanden Broeck, cortesía de Nexos
Entre 1978 y 1995 Kaczynski asesinó a tres personas e hirió a más de veinte con explosivos que enviaba por correo. Las víctimas tenían en común ser profesionales de la ciencia que se desempeñaban en ramas avanzadas de computación y biotecnología. A ojos de Kaczynski, estos individuos eran agentes de un desastre humanitario y ecológico que intentó resumir en su ya mítico manifiesto “La sociedad industrial y su futuro”. Desde antes de publicar su manifiesto en 1995 —cosa que logró chantajeando a varios periódicos estadunidenses: si accedían a distribuir el texto, el terrorista prometía que dejaría de cobrar víctimas humanas— Kaczynski, aunque entonces nadie sabía quién era, ya se había consolidado como un mito en la consciencia de su país. Sus crímenes provocaron la búsqueda más grande por un delincuente que el FBI ha emprendido en su historia.