Por: María Elena Gómez Tagle Mondragón
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
Puede advertirse que en México la implementación de las múltiples respuestas a la crisis de la pandemia no está exenta del error o la poca pertinencia. En todo caso, lo más relevante debería ser mantener una actitud reflexiva y replantear cuando el sentido del trabajo no es congruente con las necesidades más sentidas de la población. El sistema educativo vive un momento de coyuntura y urge rectificar; atender con justicia las necesidades de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes. La situación actual exige voltear a ver otras prioridades a las actuales, con preguntas distintas. El complejo escenario nos insta a actuar con brevedad en nuevos sentidos. Por ello, con este texto, deseo abonar a la reflexión desde una mirada compleja en torno al vínculo escuela-infancia.