Por Reynaldo de los Reyes Patiño y Mayra Jocelin Martínez Martínez
Ilustración: Adrián Pérez
El siglo XX “nos encontró todavía echando la última palada y abriendo la última zanja”, escribió Reyes, quien entonces no sabía de todos los trabajos que seguirían para controlar el agua. Quizás “la voz del ave agorera que les prometía seguro asilo sobre aquellos lagos hospitalarios” fue mal escuchada. Luis de Velasco, segundo virrey, llegó a decir con aparente desesperación que “el sitio de esta ciudad es el peor que se pudo escoger, y el que más azares tiene en la tierra”. Creer que es azar lo que no se comprende es parte de esa trivialización sistemática del mundo que llamamos civilización, escribió Sergio Buarque de Holanda. Consideramos caprichoso lo que no encaja en nuestra idea del mundo.