Por: Diego Castañeda
Ilustración: Patricio Betteo, cortesía de Nexos
Hablar de meritocracia en México es darles vida política a los intereses que se han beneficiado de la captura política del Estado para concentrar riqueza, justificar a la corrupción como fuente de desigualdad y reproducir un mito parcialmente responsable de la construcción de un Estado débil y sin capacidades. El mérito es un pretexto; el privilegio, la realidad.