Por: Daniel E. Torres Checa
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
El principal enemigo del gobierno federal es la corrupción. La evasión fiscal es un tipo de corrupción y, por tanto, inhibir su comisión ocupa un lugar predominante en la agenda política del presidente. En más de una ocasión, López Obrador ha declarado que no se permitirá más la defraudación, se combatirá con rigor la evasión fiscal, convertirá en delito grave la falsificación de facturas, etc. Sobre esta idea descansan las iniciativas presentadas en el senado por Alejandro Armienta Mier (Morena) y Samuel García (Movimiento Ciudadano), que pretenden modificar una serie de normas relacionadas a combatir el tráfico de facturas. El problema es real y la lucha es loable; la solución que se plantea, lamentablemente, es equivocada y desproporcionada.