Una pregunta legítima

Los recortes más fuertes a acciones estratégicas del sector educativo no se deben a la contingencia sanitaria.

Se ha decidido privilegiar a las transferencias en efectivo en detrimento de acciones que impulsan la calidad y la equidad educativas.
Nexos
Ciudad de México /

Por: Bernardo Naranjo

Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos

De concretarse la propuesta de Presupuesto de Egresos de la Federación 2021, el periodo 2018-2021 podría ser históricamente regresivo en términos de calidad y equidad, además de repercutir en el largo plazo, justo en el centenario de la creación de la SEP. La preferencia por las transferencias en efectivo, con el correspondiente sacrificio de los programas para la calidad y la equidad, puede lastimar severamente a instituciones que México ha construido en décadas. Las transferencias en efectivo del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 incluyen becas para educación básica, media superior y superior, así como recursos para los comités escolares de infraestructura del programa “La escuela es nuestra”, todo ello por un monto que supera los 87 565 millones de pesos. Disminuir la capacidad de acción del Estado mexicano y preferir que los individuos dispongan de una renta aun cuando no pertenezcan a grupos vulnerables, disminuirá la posibilidad de generar condiciones de bienestar para los sectores menos favorecidos. “Te doy dinero en efectivo”, parece proponer el gobierno a las familias mexicanas, “pero a cambio debo sacrificar la calidad del servicio educativo que ofrezco, principalmente a los más pobres”.

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