Por: Javier Flores
Ilustración: Raquel Moreno, cortesía de Nexos
El número de participantes para la fase I en México, ya de por sí reducido (91 voluntarios seleccionados), se dividió en nueve subgrupos para probar en cada uno de ellos dos aplicaciones de la vacuna con tres distintas dosis y diferentes vías de administración (intramuscular, intranasal, e intranasal más intramuscular), con lo cual cada subgrupo se redujo a solamente 10 personas. Durante las pruebas ocurrió un evento externo que cambió todo: un aumento en el número de casos de covid-19 en el país causado por la nueva variedad delta que desplazó a las cepas anteriores, reduciendo el número de participantes en la prueba clínica, pues algunos de ellos adquirieron la enfermedad, tanto después de la aplicación de la primera dosis, o después de la segunda, lo que sugiere que la vacuna “Patria” resulta inefectiva para la variante predominante en aquel momento. Así, el número de participantes pasó de 91 a 80. La reducción afectó a casi todos los subgrupos, pero notablemente a aquellos en los que se probaba la vía de administración intranasal, de gran importancia para el equipo científico de México, lo que compromete la validez de sus resultados.