Por: Ana de Anda
Ilustración: Alma Rosa Pacheco, cortesía de Nexos
De acuerdo con Margarita Rivière, hasta la aparición de la haute couture o la Alta Costura, a nadie se le habría ocurrido renovar su guardarropa al menos dos veces por año y lo normal era simplemente ponerse o quitarse prendas según el frío o el calor. Y aunque actualmente la Alta Costura se limita a las pasarelas y al jet set, hechos lejanos para la mayoría de los mortales, el cambio de ropa por temporadas se popularizó y se intensificó con la llegada del fast fashion o la moda rápida. Es casi imposible escribir sobre ropa sin mencionar la catástrofe ambiental que es la industria de la moda. Hace algunos meses una noticia le dio la vuelta al mundo: en medio del desierto de Atacama se extiende un basural de ropa muchas veces sin usar y con la etiqueta puesta. En este sentido, las pacas funcionan como un limbo entre las tiendas departamentales y estos páramos kilométricos.