Por: Enrique Lucero
Ilustración: Ricardo Figueroa, cortesía de Nexos
De aprobarse esta modalidad, el INE estará haciendo una apuesta bastante arriesgada, ya que, ante la complejidad, costumbre y cultura de la comunidad mexicana, tendrá que hacer un esfuerzo mayúsculo de comunicación para la promoción y certeza del voto, así como también, de acercamiento con los connacionales para lograr que se vinculen en este proceso electoral. El INE cuenta con una vasta experiencia en la organización del voto de los mexicanos en el extranjero, a estas alturas ya debe de tener bien identificado las fallas que inhiben una participación digna de esta comunidad, de no tener éxito, se le atribuirá otro fracaso más a su lista de intentos de vincular a este importante sector en los procesos electorales de México, y, de igual forma, se le reprochará el desperdicio de recursos públicos en el que últimamente ha sido objeto de duros cuestionamientos.