La historia de los Autocinemas

Cine

En las últimas semanas los planes de autocinemas en Guadalajara se han proyectado como una opción de entretenimiento

En 1915 cuando se inauguró en Nuevo México el "Theatre de Guadeloupe", un prototipo de autocinema que operó durante un año (Freepik)
Luis Addams Torres
Guadalajara /

La historia de los autocinemas data desde hace 100 años en los Estados Unidos y tuvo replica poco tiempo después en nuestro país. Se convirtieron en un éxito y en los últimos años se retomaron por algunas empresas con resultados diversos. En Guadalajara existió por un tiempo Melies Autocinema, sin embargo la novedad pasó pronto y dicha empresa solo conserva el concepto en Tijuana.

En los últimos días mientras los negocios comienzan a adaptarse a las nuevas medidas de restricción para su apertura, tanto Cinemex como Autocinemas López Mateos han compartido información sobre sus proyectos que después fueron pospuestos.

Fue en 1915 cuando se inauguró en Nuevo México el "Theatre de Guadeloupe", un prototipo de autocinema que operó durante un año. Seis años después sucedió lo mismo en la ciudad de Comanche, Texas. Sin embargo debido a cuestiones de logística tampoco fructífero.

Fue hasta 1933 que el magnate Richard M. Hollingshead, Jr, cuya familia poseía la fábrica de artículos automotrices R.M. Hollingshead Corporation en Camden, Nueva Jersey, Estados Unidos, que postuló por una patente para autocinemas en 1932 con la notificación positiva en 1933. Así el 6 de junio de ese año se inauguró Camdem el primer autocinema de la historia. Contó con una capacidad para 400 vehículos y una pantalla de 120 metros cuadrados y la primera película que se proyectó fue “Wives Beware” protagonizada por Adolphe Menjou y dirigida por Fred Niblo.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el crecimiento de la población suburbana y rural fue un ambiente propicio para el éxito de los autocinemas. En 1946 se inauguró el primero en Canadá, en 1948 en Cuba, un año después en 1949 se inaugura el primer autocine en Venezuela.


En la Ciudad de México llegaron hasta el 2 de mayo de 1950 con el Autocinema Lomas, y en breve seguirían aquel de Lindavista, Del Valle y el Satélite, siendo este último el cual se mantuvo vigente hasta los noventa. Fue en los años 60 en que se consolidaron aunque nunca llegaron al nivel en Estados Unidos donde se registraron hasta 4 mil autocinemas en todo el país.

En algunos autocinemas de México había deleites más allá de la dulcería desde filetes, pollo a la parrilla, empanadas, mariscos y helados. La televisión a color fue uno de los factores para que poco a poco algunos negocios de este tipo cerraran sus puertas en nuestro país y fue la nostalgia las que trajo de vuelta el gusto por ella. Desde 2011 existen los Autocinemas Coyote en Polanco e Insurgentes Sur, y Melies Autocinema en Tijuana.

Se estima que actualmente, operan casi 300 autocines a nivel mundial, en Estados Unidos, Australia, Alemania, Italia, Inglaterra, España, Irlanda, México y Argentina. El interés por regresar como una opción ante el futuro cercano incierto de las salas de cine atraviesa no solo los tropiezos de las recomendaciones tras la pandemia sino las inclemencias del clima también.

​LAT

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