Actualmente, la Sala Abierta del Museo de Arte de Zapopan cuenta con Índole, un videoperformance de Claudia Cisneros que surgió como respuesta de la imposibilidad del contacto en vivo. La pieza emplea los olores, la presencia de éstos a través de textos donde se emplea el lenguaje de perfumería, los componentes de productos personales de limpieza y el recuerdo de los olores a manera de un ejercicio conceptual. La artista conversó acerca de su obra:
¿Qué motivó la realización de Índole? ¿Cuál fue el proceso creativo?
Mi trabajo es tanto visual como performático. Llevo muchos años trabajando en la intersección entre imagen y cuerpo. Por lo que esta situación sacudió fuertemente los dos pilares de mi práctica. Lo que sucedió fue muy interesante, se clausuró el cuerpo y se intensificó la imagen. Mi motivación fue hacer una pieza que hablara de esto. Como una huelga de hambre. El proceso de Índole fue extraño como la situación en la que nos encontramos.
Durante la cuarentena atravesaba por ese proceso de indigestión visual y hambre de contacto físico afectivo. Al estar privada de cuerpos también me encontré privada de olores y así surgió una nueva atención y sensibilidad a estos. El performance sucedió como una contradicción, porque lo que mostraría sería su propia ausencia. Con esta lógica escribí veinte fragancias que solo pueden percibirse con la imaginación. Al final, el video es una especie de hueco alrededor del cual giran todas las acciones.
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¿Cuáles fueron los principales retos que presentó esta obra?
Por muchos años puse soportes entre mi experiencia y la vida. Después descubrí el arte de la acción y los soportes se volvieron innecesarios. Ha sido un camino de emancipación largo. Así que el principal reto fue volver a trabajar en video como único soporte sin dar pasos atrás. Esto me llevó a reflexionar más sobre las acciones y los aspectos intraducibles del cuerpo. El olor en este caso.
También la forma y duración de la pieza representan un reto para la audiencia. Los videos con estéticas dispares y ritmos lentos requieren de cierto tipo de atención y pueden llegar ser tan inmersivas como el espectador se lo permita o simplemente pasarlas de largo. Pero son riesgos que quiero correr.
¿Actualmente te encuentras trabajando en próximos proyectos?
Índole es solo el inicio de una nueva línea de trabajo que comienza a abrirse. Estoy escribiendo un ensayo sobre todo el proceso. Además estoy por comenzar a dar clases en el Diplomado Encender un fósforo y esperando con ansias las exhibiciones en el mundo físico.
¿Cómo consideras que se dará la interacción del artista con su público a mediano plazo?
Me entusiasman los procesos de reflexión que están surgiendo entre los artistas y creo que se están generando manuales para enfrentar esta situación, de esta adversidad surgirá un arte más depurado. Porque todos nos estamos preguntando qué es lo realmente esencial en nuestra práctica. Creo que la línea entre artista y espectador se borrará cada vez más. Porque todos queremos vencer juntos este miedo y el arte intentará crear zonas de protección y descanso en donde todos podamos reconocer nuestra humanidad.
Indole estará disponible hasta el 31 de agosto.
LAT