Las altas temperaturas conllevan a diversos problemas, como dueño de tu mascota debes estar alerta a los indicadores que puede presentar tu canino. Entre ellos se encuentran los golpes de calor, que no sólo afectan a las personas (incluyendo niños y tercera edad) también pueden experimentarlos las mascotas.
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Considera que los perros de edades avanzadas, las razas de nariz chata y aquellos que ya cuentan con dificultades como obesidad, problemas respiratorios y enfermedades del corazón son más propensos a sufrir esta condición.
Las medidas para cuidar de tu mascota son sencillas. En primer lugar debe mantenerse hidratado y con acceso libre al agua, también puedes agregarle algunos cubitos de hielo a su bebedero para que se refresque.
Bajo ninguna circunstancia dejes a tu compañero en un espacio de calor constante como azoteas, terrazas o en el interior de un automóvil; en el caso de estos últimos, prefiere lugares con sombra, con las ventanas abiertas o el aire acondicionado encendido siempre que no permanezcan más de diez minutos en su interior. En el caso de los perros que viven en las áreas exteriores, proporciónale un espacio con sombra y buena ventilación.
Procura que sus paseos sean en las primeras horas de la mañana o en las últimas de la tarde cuando el sol no pega de lleno sobre la calle, esta medida también prevendrá lesiones en sus almohadillas a causa de las altas temperaturas del asfalto.
Tampoco obligues a tu perro a realizar actividades de gran esfuerzo físico bajo altas temperaturas. En el caso de las razas de pelaje largo, consulta con tu veterinario las opciones para cortar su pelaje en esta temporada sin que ello resulte perjudicial.
Los golpes de calor se manifiestan mediante confusión y aturdimiento, salivación excesiva, jadeos constantes, respiración desesperada, encías enrojecidas y un ritmo cardiaco acelerado. También se pueden presentar vómitos, convulsiones y desmayos.
Como primeras medidas, puedes retirar al can del lugar hacia un área con sombra donde pase aire fresco o lo puedas abanicar, báñalo con agua fresca (evita que sea demasiado fría) moja ligeramente su nariz y cubre su cabeza con un paño mojado, también es importante hidratarlo.
Es sumamente indispensable que lleves a tu mascota con un veterinario para que pueda estabilizarlo y revisar si tiene complicaciones graves como daños musculares, cerebrales, pulmonares, hepáticos o respiratorios.
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