Marwán presenta su disco: El Viejo Boxeador

Música

El poeta, cantante y músico español, Marwán, presenta su disco El Viejo Boxeador compuesto por diez canciones y platicó en entrevista sobre la producción.

El más reciente disco de Marwán aborda el tema de la lucha con un punto de vista esperanzador (Sony Music)
Luis Addams Torres
Guadalajara /

El Viejo Boxeador  de Marwán es un álbum optimista, con ritmos y letras que invitan al baile, algo inusual en el registro de la canción de autor; combativo y valiente pese al momento y seguro de su trabajo. Las canciones fueron grabadas y producidas en Sheffield por Colin Elliot, productor de artistas de la talla de Richard Hawley o Kylie Minogue. Algunas de ellas comparten autoría con Luis Ramiro, íntimo amigo de Marwán y un “sospechoso habitual” en sus canciones.

“El proceso creativo ha sido un proceso muy rico, en el que por primera vez no he compuesto todas las canciones. Ha sido un proceso muy bonito porque para mí ha sido un proceso de indagación personal, de hacerme preguntas y de una búsqueda mucho más intensa que en otros discos. Sentía que me estaba repitiendo y necesitaba cambiar, manteniendo mi esencia como artista, pero utilizar otras sonoridades, otros paraísos sonoros y digamos que purificar un poco más mis letras”, compartió en una conferencia de prensa a los medios de Guadalajara.

Uno de los temas a destacar es “5 gramos de resentimiento”, el cual interpreta al lado de Nach. “Parece que está dedicada a todos los haters, odiadores profesionales, y la verdad es una canción sobre superar una lucha interna, permitiéndome el derecho a enfadarme, a dar un golpe en la mesa porque estoy harto y mandar lejos a la gente porque a veces hay gente que te hace daño”, agregó. Si bien las canciones hablan sobre amor, o humanidad, todas tienen como un conector la lucha por salir adelante.

“Hablo del concepto de superar los obstáculos que nos encontramos en la vida, sean en el amor, sea a nivel interno, hacia la humanidad o porque no encajas tú en el mundo tan loco en el que vivimos. Es un disco en el que hay una cierta sensación de lucha, por lo menos la necesidad para salir adelante y superar las cosas. Lo considero muy optimista porque trata de ese proceso continuo de lucha y redención”, añadió.

Se siente muy afortunado de poder lanzar este disco y darle alegría a la gente que lo escucha o lo descubran, sobretodo en un momento donde la contingencia sanitaria ha dejado su marca emocional en el mundo. “Porque el arte considero que es algo que utilizamos para reencontrarnos con nosotros y para reconfortarnos. Con esta realidad en la que vivimos, lo que estamos pasando ahora, que es bastante duro, el arte, la cultura, los libros, las películas, las canciones son un refugio y también un reflejo”, compartió.

La portada del disco también es importante para el músico, ya que la fotografía que la ilustra lo incluye a él y a su padre Salmán. “Yo me llamo Marwán porque soy hijo de un refugiado palestino. Mi padre nació en un campamento de refugiados en Palestina, a mi abuelo le quitaron absolutamente todas sus posesiones. Casi todos mis tíos nacieron en un campamento de refugiados en Palestina, vivieron una vida de así, recibieron ayuda humanitaria”. 

El disco aborda el tema de la lucha, desde el título que recibe la placa, con el mensaje de levantarse siempre y salir adelante. “Ese es el tema principal y me parecía que la imagen de mi padre reflejada muy bien el espíritu de superación, de resiliencia. Él ha tenido que vivir cosas en su vida, cuestiones de humillaciones que para nosotros son incuestionables y me apetecía hacer este homenaje a su lucha. Nadie se lo merece más que él. Por ello esta portada es lo mejor que he hecho en mi vida, ninguna canción, ningún poemas ha sido mejor que esta forma portada, esto lo más bonito que he hecho, salir ahí con mi padre”.

El artista ha visitado en diversas ocasiones México con sus giras de promoción tanto en la música como en la literatura, pasando por la FIL Guadalajara, por lo que expresa que nuestro país es como su segunda casa. “Me encanta la gastronomía mexicana, me encanta su país, me encantan sus muralistas, me vuelven loco. Ahí en el Hospicio que tienes El Hombre en llamas, lo amo con locura y todos los murales de Siqueiros, de Orozco o de Diego Rivera en Ciudad de México. No sé, la cultura mexicana, el colorido, la simbología de la muerte, esa relación que tienen también es algo que me apasiona. Tenéis algo muy especial los mexicanos, no sé si ustedes son conscientes pero desde afuera es algo que es muy potente, por lo menos para mí”.


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