En un principio, la serie The Hollow muestra a tres chicos que despiertan en una celda sin recuerdos de su vida que tendrán que unir fuerzas para sobrevivir en un mundo fantástico y caótico. Tras las revelaciones de la primera temporada, la segunda temporada arranca con Adam despertando en su habitación, aparentemente ha logrado volver a la normalidad, pero pronto descubre que no todo es lo que parece.
La serie tiene la habilidad de crear un ambiente de suspenso donde difícilmente se puede prever el destino que tendrán Adam y sus amigos, mucho menos los distintos mundos a los que viajan en busca de respuestas, lo que deja a su paso una compilación de aventuras de temáticas variadas mientras el espectador se engancha esperando la resolución final que le dé coherencia a lo que ve en pantalla.
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Después del final de su primera temporada, el misterio se coloca en segundo plano, sin que ello implique la ausencia de giros de tuerca y nuevas intrigas en esta temporada. Además, los personajes dejan ver su experiencia en The Hollow a la vez que descubren nuevas habilidades y aparecen nuevos personajes.
Su fuerte continúa siendo el estilo de animación simple pero refrescante que recuerda otros títulos de antaño, así como la exploración de mundos cada vez más extraños y alocados que dan pie a la experimentación en su formato.
Disponible en: Netflix
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