La idea de adquirir un reptil como mascota puede sonar a primera instancia exótico cuando se piensa en iguanas o boas. No obstante, también existen especies con una alta popularidad en el país, como es el caso de la tortuga de oreja roja, también conocida como “tortuga japonesa” por el efecto de ojo rasgado que le brindan sus rayas rojas, un término incorrecto ya que esta especie pertenece a los alrededores de Florida.
Pese a su amplia aceptación como mascota, resulta asombroso lo mucho que se ignora respecto a sus cuidados y necesidades.
El MVZ con especialidad en Medicina y Cirugía de Fauna Silvestre, Itzalcoalt Maldonado explica algunos de los detalles esenciales a la hora de considerar a esta especie como animal de compañía. En primer lugar, hay que tener en cuenta que los reptiles son ectotermos “distinto a los mamíferos y distinto a las aves, por ejemplo, quiénes somos endotermos, los ectotermos tienen dificultades para producir su propio calor. No quiere decir que no lo producen pero son menos eficientes, entonces dependen mucho más de medio ambiente físico para ganar y perder calor”.
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Ello implica que cualquier reptil que se adquiera deberá de contar con mecanismos físicos para nivelar su temperatura.
Al momento de planificar el espacio que habitará, hay que tener en cuenta que “el éxito lo vamos a tener cuando podamos llevar a ese individuo a un ambiente que replique su ambiente natural”. En el caso de la tortuga, la temperatura promedio de Florida ronda entre los 26°C a los 28°C con una humedad ambiental del 75% al 80% por lo tanto, se requiere con espacio con “una columna de temperatura que alcanza los 28°C ….no es tener un terrario que esté a 28°C; es tener un terrario que le permita una zona caliente y una zona fresca y al final la tortuga decide”.
Adicional al control de temperatura (para el cual se requerirá un calentador y un termómetro) habrá que proveerle a la tortuga un cuerpo de agua con su debido sistema de filtración para evitar la acumulación de materia orgánica y microorganismos. Idealmente, las tortugas deben tener acceso a la luz solar, ya que su radiación permite que la vitamina D en su piel se active y puedan absorber el calcio, de lo contrario habrá que emplear una lámpara de radiación ultravioleta para reptiles.
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Maldonado estima que una tortuga en su etapa de desarrolló necesitará un terrario de 1 m en cada uno de sus lados, lo que podrá extenderse a 3 m de longitud conforme crezcan. Cuando un espécimen no cuenta con las condiciones óptimas de vida, puede presentar problemas de salud además de que su esperanza de vida disminuye “tenemos una mortalidad altísima reptiles en la zona de la Ciudad de México porque justo la gente no hace este análisis previo”.
Los primeros signos de un problema médico serán el apetito y el cambio de comportamiento “aunque hay muchas variantes de comportamiento entró del grupo de los reptiles es importante que yo conozca a mí reptil”. Otros signos importantes son el cambio en la consistencia del excremento o alguna alteración en su piel desde el brillo hasta la presencia de heridas.
Un MVZ con especialidad en Medicina de Fauna Silvestre será el especialista adecuado para evaluar a estos animales. En lo que respecta a su alimentación, la base de su dieta será la croqueta, existen diversas marcas en el mercado que cumplen los requisitos nutricionales necesarios. Alrededor de la croqueta, se pueden añadir complementos como el camarón (en cantidades moderadas) y vegetales “podemos darles hojas de lechugas que normalmente tenemos alcance en casa o si vamos al acuario plantas acuáticas que venden para los peces” e incluso peces vivos que la tortuga puede cazar “hay quien decide comprar charales en el acuario”.
LAT