Bajo la producción de David Gelb y Brian McGinn, la serie de documentales Street Food transporta al espectador por las calles de Latinoamérica en busca aquellos puestos en calles, mercados y esquinas donde se cocinan los platillos más característicos de cada ciudad. La temporada cuenta con seis capítulos, cada uno destinado a una ciudad en concreto: Buenos Aires, Argentina; Salvador, Brasil; Oaxaca, México; Lima, Perú; Bogotá, Colombia y La Paz, Lima.
En cada episodio, no sólo conocerás varios platillos de la región, también la historia detrás de las personas que han levantado aquellos lugares que forman parte de la cotidianidad y el paisaje de las ciudades.
¿Por qué verla?
El hambre es una sensación universal, pero la manera en la que se abastece alrededor del mundo es variada y por lo general va acompañada de un sinfín de elementos evidencian la cultura y tradiciones de una región. El viaje de Gelb y McGinn pone la lente sobre aquellas personas que están más en contacto con el día a día de las ciudades, con los ciudadanos de a pie y con las deliciosas tradiciones que con orgullo se explican en cada uno de los capítulos.
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Una de las virtudes de estos documentales es el asesoramiento de expertos en cada una de las ciudades, lo que hace que la producción sea más genuina, representativa e ilustrativa tanto para locales como extranjeros. El interés por centrar cada capítulo en una historia personal lo vuelve íntimo, cercano, además de que nos invita a reflexionar sobre los desafíos que cada persona han experimentado para lograr mantenerse en sus respectivos espacios.
Además, la edición latinoamericana está fuertemente protagonizada por mujeres, quienes comparten sus motivaciones personales para salir adelante a través de los coloridos guisos que hacen agua la boca de más de uno.
Por si fuera poco, las tomas a los platillos son toda una experiencia, resulta difícil no sentir que se abre el apetito mientras observas una memela al calor del comal en su merecido acercamiento; la preparación de una tlayuda en cámara lenta o qué tal una agua fresca servida en un ángulo bastante artístico. Sin duda, una bella experiencia para recordar la belleza de la gastronomía del continente y una oportunidad para deleitarse con los platillos de los países con los que México comparte este territorio tan vasto en cultura.
Disponible en: Netflix
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