Cambios

  • Argumentos a debate
  • Adriana González Carrillo

Toluca /

Hay un dicho popular que se utiliza en la vida cotidiana y aplica muy bien en los asuntos políticos que es "los espacios vacíos se llenan". Es justo así como funciona también en el escenario internacional y está ocurriendo con respecto a los espacios que los Estados Unidos de América, bajo el liderazgo del Presidente Trump, ha decidido abandonar. Unos días previos a su toma de posesión como nuevo Jefe del Estado de la Unión Americana, el 17 de enero pasado durante la reunión anual del Foro Económico Mundial reunido en Davos, el Presidente Xi Jinping asumió el liderazgo global en favor del libre comercio y la globalización. El Secretario General del Partido Comunista y Presidente de China, se convirtió en el gran defensor de la máxima expresión del capitalismo económico ante el discurso estadounidense en favor del proteccionismo comercial. Durante la reunión del G-7, los Jefes de Gobierno de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón buscaron alcanzar consensos en torno a temas de gran relevancia y calificaron los resultados del encuentro como insatisfactorios. La sorpresa fue la discrepancia de los Estados Unidos en diversos temas. Al concluir la reunión, la Canciller alemana, Angela Merkel, aseveró "Europa ya no puede confiar completamente en otros países", dijo "ahora Europa tiene que luchar por su propio destino". Lo anterior significa que el Presidente Trump cumplió su promesa de dejar de ser el país que acompaña a Europa en temas de seguridad y defensa. El día de ayer, el Presidente Macron ha dado un paso al frente en los asuntos relacionados con el cambio climático y ha tomado la batuta de tan importante tema para el desarrollo sostenible de la humanidad. Ante la salida de los Estados Unidos del Acuerdo de París, hizo un llamado para que "hagamos al planeta grande otra vez", en alusión al slogan de la nueva administración. Afirmó, "todos compartimos la misma responsabilidad, no hay un planeta B". Aún existen algunas propuestas del Ejecutivo de EUA por concretar. Habrá que estar atentos para conocer si Japón y otros países se suman a diseñar el mundo multipolar que el Siglo XXI requiere para enfrentar con éxito los retos y desafíos que presenta. Estos cambios, tan profundos y significativos, dibujan un nuevo orden mundial por el que se consolida un nuevo régimen, distinto al que se construyó después de la Segunda Guerra. Un mundo multipolar y más horizontal, que ante el abandono de los Estados Unidos en diversos espacios multilaterales, otros países toman su sitio y su liderazgo para actuar sobre las rutas que se han trazado previamente y se han plasmado en grandes consensos globales. Lo recientemente ocurrido será una invitación para que los países desarrollados, potencias medias y regionales sean la fuerza que impulse al mundo. Será una enorme oportunidad para las buenas ideas y las propuestas innovadoras. Bajo este nuevo orden, todos los países tendrán la posibilidad de encabezar, según sus capacidades y liderazgo, las causas más diversas.

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