Para los hidalguenses, el cambio climático no debe ser un concepto abstracto ni una preocupación lejana; sus efectos ya son palpables en nuestra vida cotidiana. El anuncio de colaboración entre Hidalgo y el Reino Unido para combatir este fenómeno representa un avance significativo en la lucha global contra un problema que no es un mito, sino una realidad científica ampliamente documentada.
La frecuencia e intensidad de las lluvias extremas y sequías prolongadas son algunos de los efectos visibles que impactan nuestra disponibilidad de agua, agricultura y salud pública. Los agricultores pueden enfrentar mayores pérdidas de cosechas debido a las sequías o plagas exacerbadas por el calor, mientras que las lluvias torrenciales aumentan el riesgo de inundaciones en áreas urbanas, dañando infraestructuras y afectando el transporte. Estos cambios no solo afectan la economía local, sino que también influyen en la calidad de vida, incrementando los costos de alimentos y servicios básicos.
La comunidad científica afirma que el planeta se está calentando y que la actividad humana, especialmente la quema de combustibles fósiles y la deforestación, es un factor central en este fenómeno. Las consecuencias incluyen el aumento del nivel del mar, patrones climáticos extremos y la pérdida de biodiversidad.
Un gran obstáculo para abordar el cambio climático son los mitos y la desinformación. Por ejemplo, algunos argumentan que los recientes cambios en el clima son simplemente parte de los ciclos naturales de la Tierra. Si bien es cierto que el clima ha fluctuado a lo largo de millones de años, la velocidad y magnitud de los cambios actuales no tienen precedentes en la historia moderna y está estrechamente relacionada con las actividades humanas. Otros mitos señalan que las acciones individuales no pueden marcar la diferencia, lo cual es falso; la ciencia es clara en cuanto a la urgencia de reducir las emisiones y cada acción ciudadana cuenta.
Tras la reunión entre el gobernador de Hidalgo, Julio Menchaca Salazar, y la embajadora del Reino Unido en México, Rachel Brazier, se presentó la iniciativa de la Ley de Cambio Climático para el estado, desarrollada conjuntamente por los gobiernos británico e hidalguense. Este esfuerzo marcó un avance importante en la agenda climática de la región, con compromisos para trabajar en la reducción de emisiones y fortalecer la resiliencia frente a los efectos adversos del cambio climático.
Pero la lucha contra el cambio climático no es solo un compromiso gubernamental, sino una necesidad que requiere la participación activa de todos los ciudadanos para proteger su entorno y futuro. Los hidalguenses pueden contribuir mediante acciones concretas, desde reducir el consumo de energía hasta participar en iniciativas de reforestación y gestionar adecuadamente los residuos. Cada esfuerzo ciudadano, como evitar el uso de plásticos, consumir productos locales o informarse y educar a otros, puede generar un impacto significativo.
No hay tiempo para debates infructuosos acerca del cambio climático. Es una amenaza directa a la seguridad, la economía y la salud de las personas. El acuerdo entre Hidalgo y el Reino Unido debe servir de ejemplo y de motivación para todos en esta la lucha global.