La muy conocida reflexión del filósofo José Ortega y Gasset: “Yo soy yo y mis circunstancias y si no la salvo a ella no me salvo yo”, viene muy oportuna al ser invitado por mis estimados colegas de nuestro periódico MILENIO Puebla, Pablo y Raquel, a participar en este nuevo ejercicio para el servicio y goce de nuestros dilectos y amables lectores a la columna que, en memoria de “La Abeja Poblana”, llamaré para ellos de forma actual “La Melipona Poblana”.
Iniciaré con la presentación de un personaje de nuestra capital, harto conocido y estimado por los clientes de la Agencia Autorizada de La Lotería Nacional para la Asistencia Pública para adquirir sus billetes, así como también de manera complementaria o indistinta de los artículos igualmente del mundo de los sorteos que promueve Los Pronósticos Deportivos, ambos auspiciados por el gobierno de la República en su renglón de sorteos, también para el servicio de los mexicanos. Y, cuya pregunta cotidiana que, durante cerca de dos décadas le hacen, a Maribel Cortés Vargas, y que da origen al título de esta colaboración.
La gratitud a este tiempo y circunstancia está en compartir, con nuestros lectores, el que este nuevo quehacer periodístico nos ha dado la oportunidad de conocer el contexto histórico y humano que sostiene el, a veces criticado, anhelo que personajes como Chava Flores o Carlos Monsiváis han cantado y escrito sobre “A que le tiras cuando sueñas mexicano/ a hacerte rico en la lotería con un millón/ Mejor trabaja y ya levántate temprano”; o la justificación psicológica de que “los sueños, el azar y la esperanza” también son sentimientos válidos para equilibrar con la inteligencia emocional (Daniel Goleman) la conducta del ciudadano común que siempre se encierra en nosotros, de sobre manera en estos tiempos tan terribles de crisis generalizada y de pandemias y azotes.
Así, tuvimos la oportunidad de entrevistar a otro personaje que se “esconde y encuentra tras la propia agencia” y hace posible la existencia y funcionamiento de la misma por cerca de 25 años (que los cumplirá este septiembre) y creadora del equipo completo, incluyendo a la propia “Mari…”. Ella es Patricia González Covarrubias, quien, amable y generosamente nos dijo: “En septiembre de 1996, me presento a la Agencia Autorizada en Puebla a cargo entonces de Rafael Cañedo Carreón, quien me entregó la estafeta para continuar en el puesto. Fue cuando ingresé al maravilloso mundo de la Lotería Nacional, donde mucha gente ve sus sueños hechos realidad, para bien o para mal”.
“Fui aprendiendo cuántas familias dependían de este negocio, incluso, por generaciones, en todos los niveles, como billeteros con importantes clientes del mundo político, intelectual y empresarial y como agentes a nivel nacional”.
“Las nuevas generaciones desconocen lo generosa que es la Lotería, donde tantos poblanos se han vuelto millonarios en todos los niveles sociales”.
“Contamos con gente muy valiosa en todas las áreas, administrativa y ventas. En nuestras tiendas tenemos personas que con su gran carisma han conquistado el cariño de todo tipo de gente. Aficionados a jugar logrando su fidelidad para la compra de sus sorteos.
Entre ellos se encuentra nuestra querida Maribel, quien desde hace más de 22 años ha conquistado a muchos de ellos al igual que Verónica, Moisés, Rosalba, Carmen y otros más”.
Maribel, con su esfuerzo, formó a sus dos hijos, Magoni y Pamela, quienes se han convertido en alegres muchachos que llenarán de satisfacción su vida. Mientras los formaba dio muchos premios y logró el afecto de sus clientes quienes la buscan y estiman, compartiendo con ella algunas veces su buena suerte”.
“Así, continúa esta tradición que empezó en Reforma 322 en una de los más bellas construcciones de Puebla. Y ha tenido distintas ubicaciones en el primer cuadro. Actualmente, se encuentra situada junto a la iglesia de San Agustín donde son atendidos por dos de las más queridas vendedoras de Lotería en Puebla”.
Y con ello, consideramos, se vuelve a comprobar el axioma: “Para que exista un equipo brillante, eficaz y eficiente. Existe una líder: eficiente, eficaz y brillante”.