Decir Umberto Eco, invita a releer: “El Nombre de la Rosa”, sus tratados sobre la Edad Media o sus ensayos sobre semiótica y filosofía tan respetados en ámbito académico.
Con tales antecedentes, no es extraño que al escritor piamontés se le considere denso y complejo.
Sin embargo, existe otro Umberto, uno que hace “eco” en la capacidad narrativa y el diálogo con el lector, el autor que, en un evidente contraste, fue también un prolífico columnista directo, crítico y sagaz.
“De la estupidez a la locura” es el primero de los libros de Eco publicados de manera póstuma durante 2016 y nos ofrece una recopilación de sus artículos y crónicas breves seleccionadas por él mismo antes de morir, publicadas por el periódico “El País” durante este siglo.
Entre sus páginas interactuamos con personajes célebres, políticos, artistas e íconos literarios y experimentamos los conceptos de inmediatez, vida, muerte, amor, estupidez y locura, con un inconfundible sabor a reminiscencias del pasado.
La experiencia de su lectura es como tomar un café con nuestro abuelo en el plan de aventurero y luchador de mil batallas, que ante la compleja modernidad siempre cuenta con una opinión acertada al “deber ser”, o bien, a las consecuencias de no considerarlo.
Eco no desaprovecha la oportunidad para criticar modelos educativos, avances tecnológicos, fundamentalismos religiosos, teorías de conspiración, el engaño de astrólogos, adivinos, herramientas de comunicación y redes sociales.
Con su característico sentido del humor cada columna pone de manifiesto la erudición de quien se ha dedicado investigar el pasado para opinar sobre el presente y prever el futuro.
Pero además de la connotación periodística, nos encontramos sin duda ante un poderoso registro histórico y cultural de los últimos veinte años que, percibido desde esta óptica, nos obliga a entender que el mundo y la sociedad continúan creciendo a pasos agigantados, la mayoría de las veces, sin que nos demos cuenta.
Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.