“La playera de Cruz Azul pesa igual que un bulto de cemento”.
Ignacio Trelles
Víctor Manuel Velázquez en muy poco tiempo está cambiando el rumbo no solo de Cruz Azul como equipo de futbol, sino también de la cementera donde miles de familias dependen de los ingresos de esta gran empresa, para constituirla como una de las instituciones mexicanas más importantes del país.
Cruz Azul vive una ola de cambios que se traducen en una reestructura institucional que ve reflejada en el equipo de futbol. Y hablando en lo que respecta al equipo, el emblema y escudo del club ha sido rediseñado no solo con la idea de eliminar cualquier resquicio o vinculación con la administración pasada, sino también con la idea de inculcar nuevos valores y reimplantar una idea institucional a este club.
El sentido de inclusión será un primer punto para considerar recordando que en otros momentos el veto y la censura rondaban en La Noria como algo sumamente casual sin la apertura a nuevos métodos y nuevas formas, con la finalidad de adaptarse y modernizarse en todos los niveles y sentidos.
Cruz Azul buscará también la profesionalización de sus fuerzas básicas con un programa a largo plazo encabezado por el Potro Gutierrez y un equipo sumamente profesional que dará de qué hablar en muy poco tiempo, buscando exportar jugadores sin convertirse en un club canterano, pero sí con la misión no solo de forjar nuevo talento, sino de producir jugadores de primer nivel que generen dividendos importantes para el club tanto en lo deportivo como en lo económico.
El tema de la vestimenta también es algo en lo que el club ya trabaja para volver a ver propuestas de calidad con marcas deportivas de primer nivel que también revolucionen y modernicen al club en todos los sentidos.
No es una mentira que para muchos aficionados el tema de los refuerzos les ha dejado un sabor algo amargo basando sus esperanzas en obtener una alegría en una figura contratada por el club para convertirse en un referéndum torneo a torneo, pero debemos considerar que el trabajo de una directiva no solo se basa en el éxito o fracaso de una contratación sino también en el posicionamiento e integración que como equipo pueda forjarse para tener una base sólida por mucho tiempo y no solo por un torneo.
El juicio que se pueda establecer a esta nueva directiva es muy tempranero y las circunstancias que afronten son muy distintas a las que otras directivas del pasado pudieron tener, así que debemos esperar a que se terminen de sentar los cimientos de este nuevo proyecto que de entrada tendrá el reto de equilibrar un equipo que llegó a lo más alto y se desintegró en muy poco tiempo.
La nueva Cruz Azul vive así tiempos de cambio y será el tiempo y el poder de decisión los que marquen el rumbo de este nuevo barco.
Hasta la próxima…
Alberto Romero Rodríguez@AlbertoRomeroMP