“Este club vencerá o morirá hasta el final a base de talento y el esfuerzo de once jugadores mexicanos"
Nacho López
El Guadalajara nuevamente está en medio de la polémica con motivo del cierre de contratación de Santiago Ormeño, un movimiento que ha levantado la polémica, pues el delantero mexico-peruano defiende los colores de la Selección de Perú.
Y es que todo nace de aquel comunicado que el Club Guadalajara dio a conocer tras la polémica de poder contar con jugadores naturalizados que pudieran llegar a vestir la camiseta de las Chivas, en donde dieron a conocer la postura del club, asegurando que para ser futbolista del Guadalajara tendrían que jugar únicamente con la Selección Mexicana, además de ser mexicano de nacimiento, rubro que Ormeño pareciera no cumplir y que rompería con una tradición que se ha mantenido en la historia del club.
La necesidad que tiene el club Guadalajara desde hace algunos años de contar con los mejores jugadores mexicanos y la poca producción que existe de futbolistas, aunado al encarecimiento de estos jugadores en la industria ha reducido las posibilidades del club de contar con jugadores de alto nivel que puedan mantener una tradición que pareciera obsoleta y que el propio club trata de esquivar para encontrar nuevas alternativas que puedan darle una esperanza a su directiva al momento de contratar nuevos jugadores.
Es del conocimiento de todos que esta problemática no es la primera vez que se presenta, ya que en su momento el equipo femenil tuvo que echarse para atrás con lo que había comunicado para avalar la llegada de Leslie Ramírez que como Ormeño representa a la selección de otro país; emitiendo un nuevo comunicado que estipulaba que el único requisito para jugar en el Guadalajara era ser mexicano (a) de nacimiento.
Es así como la que naciera como una regla de oro ha venido adaptándose las nuevas formas se viven en la actualidad, pero sobre todo a las necesidades de un club que está urgido por encontrar talento local a un costo relativamente razonable para que pueda tener acceso a ser considerado a formar parte de la dinastía rojiblanca. Con ello se comprueba una vez más que las reglas y bases en México siempre son ajustables a las necesidades y la conveniencia de quien las aplique o como diría mi abuelita: “Dependiendo del sapo la pedrada”.
El Guadalajara, más allá de esta decisión polémica en la que se ve envuelto poniendo en entredicho una tradición que por años ha prevalecido en el club -desde 1927 para ser exactos-, y donde los más puristas y ortodoxos seguidores sienten corrompida con la llegada del jugador mexico-peruano, abrirá ahora la oportunidad a muchos otros jóvenes que cuentan con una doble nacionalidad y que podrían ser un mercado para el Guadalajara de poder sumar talento a sus filas.
Pero a todo esto surge la pregunta: ¿Qué está haciendo el Guadalajara para generar nuevo talento?, ¿dónde están las fuerzas básicas que tanto se han alabado en las Chivas durante tanto tiempo?
Me pregunto si en esta ocasión no habría valido la pena voltear a ver si alguno de estos jóvenes de fuerzas básicas hubiera podido cubrir el hueco que dejo JJ Macías y cubrir la paupérrima cuota goleadora que Santiago Ormeño logró en la última temporada con el León, donde por cierto no ha podido afianzarse con la titularidad.
Vaya situación en que la directiva y cuerpo técnico de Chivas se han metido y la presión que estarán otorgando de inicio a Ormeño desde el minuto 1 en que defienda los colores rojiblancos, ya que de no dar resultado escribirán un capítulo más a la ya novela gris de contrataciones, donde no han podido revertir una problemática que es conocida por la opinión pública desde hace años, y que pone en jaque la indefendible posición de continuar con una tradición ortodoxa, más que con una ideología como institución, que ojo no es lo mismo.
Hasta la próxima…
Twitter: @AlbertoRomeroMP