Entre las principales razones por las que se adelantó el proceso interno de Morena en los nueve estados donde habrá elección por la gubernatura, está que los grupos cercanos a Marcelo Ebrard se involucren antes que se sigan fragmentando. Ayer quedó demostrado en la cámara de diputados que muchos de los legisladores afines al ex aspirante presidencial, fueron a presentar sus respetos a la nueva lideresa de su movimiento.
La convocatoria que se publicará el próximo domingo podría ofrecer algunas sorpresas, como eliminar la necesidad de que los aspirantes renuncien o soliciten licencia a cargos de elección popular, que en este caso aplicaría para Ignacio Mier y Alejandro Armenta, con lo cual seguirían legislando al tiempo de recorrer el estado previo a la encuesta.
Sobre la designación de género, existe la posibilidad de que primero se aplique la encuesta con hombres y mujeres que aspiren a coordinar los Comités de Defensa de la 4T y después, ahí donde las mujeres tengan mayor arraigo se designen las entidades donde queden hombres y dónde van con mujeres. No se vulnera ningún principio de legalidad porque el proceso no es organizado por el INE, sino de forma interna por los morenistas.
También vale la pena entender que la encuesta no mide el nivel de conocimiento de los participantes, es decir, no se cuestiona a quién conocen más, sino quien preferiría la militancia que fuera el candidato a gobernar Puebla (en la pregunta está la respuesta).
Otro dato es que habrá, como en el proceso nacional, premios de consolación para todos los que participen. Aquí es donde radica el riesgo de que muchos se inscriban, sabedores que no tienen ninguna posibilidad de ganar, pero sí para obtener posiciones sin la necesidad de hacer campaña.
Por otro lado, si Sergio Céspedes busca acomodo en el gabinete federal, cosa que puede suceder, entonces tendría que ceder el espacio de la gubernatura, es decir, sacrificar a Julio Huerta o a cualquier otro de los barbosistas. Esto podría explicar que hayan resurgido en la contienda personajes de su mismo equipo como Lizeth Sánchez de Bienestar y Olivia Salomón de Economía. No es lo mismo que le deban el favor por uno que por tres; es decir, el bono podría ser mayor y mejor.
Desde la dirigencia nacional, tendrá que existir un dialogo directo y permanente con los gobernadores, quienes deben garantizar que el proceso sea limpio, sin incidentes y que no quede manchado por actos violentos.