Una vez resuelto el misterio de la elección interna de Morena, que pone en manos de Claudia Sheinbaum el destino del movimiento de la Cuarta Transformación y con ello, la candidatura a la Presidencia de la República en el 2024, ahora vienen las otras 9 elecciones internas de los estados que estarán renovando gubernatura, Puebla entre ellos.
El primer paso y uno de los más importantes es definir el género, es decir, si será candidata o candidato.
Esta incógnita podría ser superada el próximo domingo, cuando se celebre en la CDMX el Consejo Nacional de Morena.
Al inicio se hablaba sobre cinco perfiles de mujeres sobre cuatro de hombres, pero ya la secretaría general del partido confirmó que será al revés.
Los estados donde ya está definido que irán mujeres son: Veracruz con Roció Nahle, Guanajuato (posiblemente) con Beatriz Manrique; en Morelos se habla de Margarita González, ex directora de la Lotenal y en Chiapas con Manuela Obrador, prima del Presidente.
Con esto quedaría cubierta la cuota de género de Morena, pero en una de esas, incluso podría sumarse Clara Brugada para la jefatura de gobierno de la CMDX.
Por eso, cada vez se ve más lejana la posibilidad de que en Puebla se cambie el genero y que junto con Tabasco, Jalisco y Yucatán vayan hombres.
Ahora bien, con la designación de Claudia Sheinbaum como nueva lideresa del movimiento lopezobradorista, en Puebla nada se mueve ya que a pesar de la ruptura con Marcelo Ebrard, el grupo que lo representaba pertenece al PVEM, el cual es una franquicia familiar que pertenece a los Natale y de poca, por no decir que nula fuerza y estructura tienen en la entidad.
Sin duda que Julio Huerta sale fortalecido por los buenos resultados que obtuvo en la suma de los votos que le consiguió a la hoy precandidata presidencial de Morena, pero como me lo dijo en entrevista para Telediario, “por supuesto que el tablero político se mueve (…) pero nosotros vamos a seguir trabajando para consolidar nuestros números en Puebla”.
Sin embargo, Nacho Mier resulta también fortalecido por su buena relación con el Presidente, con el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado y ahora también por dos de las ex corcholatas presidenciales: Adán Augusto López y Gerardo Fernández Noroña.