Los tiempos en Puebla se adelantaron de último momento y sabedores de ello, en el Barbosismo-Cespedismo se comenzaron a reagrupar para presionar a la dirigencia nacional a fin que elijan entre uno de ellos y no entre quien parece ser más cercano a los tomadores de decisiones desde la capital de la república mexicana.
En torno a Julio Huerta fueron congregados todos aquellos que resultaron cercanos a Miguel Barbosa durante su corto mandato de tres años: la dirigente estatal de Morena, Olga Lucía Romero Garci-Crespo; el secretario del Trabajo, Gabriel Biestro; la secretaria del Bienestar, Lizeth Sánchez y la secretaria de Economía, Olivia Salomón. Algunos de ellos gozan en la actualidad también del aprecio del gobernador Céspedes.
Otros perfiles como Javier Aquino son de origen cien por ciento Cespedista, pero hay otros que en el pasado fueron relegados, como el súper delegado federal, Rodrigo Abdala y hoy se ha reconciliado con la cúpula de Morena.
Algunos de ellos como el propio Abdala, Salomón y Sánchez, junto con el representante de Claudia Sheinbaum en Puebla, Julio Huerta, han cerrado filas para que entre ellos quede el próximo coordinador de los Comités de Defensa de la 4T y a la postre, candidato o candidata a la gubernatura de Puebla en el 2024.
A este grupo podría sumarse en el mediano plazo, el senador de la república Alejandro Armenta.
El objetivo en común es primero dejar fuera de la jugada al líder de los morenistas en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier Velazco.
Pero cada paso que den debe ser muy cuidadoso a fin de no pasarse de la raya y, en una de esas, provocar el enojo de quien desde Palacio Nacional observa un poco a lo lejos y otro poco muy de cerca, como vendrá el proceso de renovación que con sus propias manos construyó y que en 2018 lo colocó en la Presidencia del país.
Porque una cosa es ceder el control del movimiento y otra cruzarse de brazos.
Al final el actuar de este grupo es sigiloso porque nadie les asegura que la influencia de Nacho Mier sea tan real como parece ser, que termine por provocar el efecto contrario al que se intenta obtener.
Lo cierto es que ese grupo denominado Todos Contra Nacho (TCN) sí existe y buscan demostrar que si él llega a la coordinación y posterior candidatura, no lo respaldarán, contrario a lo que resultaría si esta nominación queda en manos de Julio Huerta en primera instancia o cualquiera que desde el Barrio del Alto se decida.