Los impuestos “saludables”

Ciudad de México /

Según las estimaciones de la Secretaría de Hacienda, los incrementos en impuestos a productos con alto contenido calórico, como los refrescos, representarán alrededor de 41 mil millones de pesos que podrían ser canalizados directamente al Fondo Nacional de Salud, donde se le daría el seguimiento correspondiente para evitar que los recursos se utilicen en algo distinto a eso, la salud.

Además de la captación de impuestos, la medida busca desincentivar el consumo de estas bebidas. La solución parece ser obvia para evitar el pago de ese impuesto adicional: que la gente consuma más agua.

Aunque resulta imposible en un país como México, donde el consumo del refresco es ya algo cultural, y para muchos es alimento.

El incentivo fiscal para consumir agua tampoco es algo realmente atractivo: te ahorras el IEPS, pero pagas el IVA. De cualquier forma hay un impuesto.

Al final, si el consumidor ahorra o no mucho, es lógico y saludable cambiar una botella de refresco por una de agua. Sin embargo, el problema no solo son las bebidas, sino la mayoría de los alimentos que están a nuestro alcance.

¿Se han dado cuenta de que prácticamente todo tiene sellos en supermercados y tiendas de conveniencia? ¿Ustedes qué compran que no haga daño? Que si la crema, los quesos, las galletas, los cereales, etcétera. ¿Con qué sustituye el mexicano común estos productos? Frutas y verduras, diría el clásico, pero no quitan el hambre. Carne, pollo y pescado, dirán otros, pero requieren una preparación.

Por eso la estrategia de ahorrar y ser más saludables consumiendo agua y no refresco resulta insuficiente. Además de lo que bebemos, el problema es lo que comemos.

Los expertos aseguran que ni los sellos, ni los impuestos, han desincentivado el consumo de alimentos nocivos para la salud.

Se requiere que los fabricantes produzcan más alimentos saludables y que se incentive su consumo. En lugar de retacar los anaqueles con productos llenos de sellos para saber que todo lo que compramos nos hace daño, ¿podrían también señalizar lo que nos hace bien y llenar los pasillos con esas opciones?

En 2026 el gobierno tendrá 41 mil millones de pesos adicionales en su bolsillo y nosotros la misma chatarra en nuestro organismo.

En lugar de pensar en impuestos “saludables”, habría que aumentar la variedad de productos que sí lo sean.


  • Alejandro Domínguez
  • alejandro.dominguez@milenio.com
  • Periodista por pasión. Dirijo y conduzco #AlexEnMilenio L-V #22hrs. Escribo la columna #RecuentoDeLosDaños cada martes. Profesor en la Universidad Iberoamericana
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