Contaminación del aire y la salud: falta información y más nombres

  • Columna de Alejandro González
  • Alejandro González

Monterrey /

La semana pasada, mi hija de diez años amaneció con los ojos enrojecidos y una tos seca. El médico de la familia la revisó y determinó que tenía una conjuntivitis viral y una inflamación en la garganta a causa del mismo virus o de otro.

Se imaginará, amigo lector, que con cualquier cuadro de problema respiratorio se prenden las alertas y la preocupación en la familia, el bombardeo mediático sobre la llegada inminente del coronavirus Covid-19 nos predispone a ser muy sensibles y precavidos. Afortunadamente no era nada grave, con unas gotitas y algunos cuidados se recuperará.

Lo curioso es que platicando con el doctor, me comentó sobre la cantidad tan grande de casos de niños con problemas de irritación en ojos y garganta que le han llegado en lo que va del año.

“La contaminación del aire está afectando a los niños más que en otros años, como que alguna nueva sustancia de desecho anda rondando en el ambiente. Realmente no sabemos bien a bien lo que sale de las chimeneas de las industrias”, me comentó con preocupación.

Mi médico familiar no es la Secretaría de Salud ni tiene unas estadísticas formales, pero su experiencia nos puede orientar, y sobre todo tiene mucha razón, no sabemos lo que sale de las chimeneas industriales porque, y podemos presumirlo, seguramente no hay una cantidad suficiente de inspectores que constantemente estén evaluando y midiendo los desperdicios de chimeneas y confinamientos.

El viernes concluyeron las mesas de trabajo del Diálogo Nuevo León ¿Respira?, donde agrupaciones ambientalistas, expertos, organizaciones de la sociedad civil y diputados locales analizan las implicaciones y la gravedad de la contaminación, para darle cabida a la creación de la que tendrá como facultad crear políticas públicas.

Uno de los puntos importantes que se concluyó en la mesa de trabajo, es que existe falta de información sobre las enfermedades (cuántas son, el daño que ocasionan, cuáles son, etcétera), de manera que se urgió a contar con un padrón de las enfermedades provocadas por daño en el aire, que al parecer no existe por falta de voluntad política de los mandos en la Secretaría de Salud.

“Hace falta tener información, aplicaciones, trabajar en conjunto instituciones, hospitales, autoridades, no tenemos esa información, estadísticas, y pues falta esa información para tener datos reales con lo que está pasando en Nuevo León”, dijo la presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Claudia Caballero Chávez.

A través de la diputada María Guadalupe Rodríguez se pidió a Manuel Vital que entregue un reporte de impacto de la planta de Ternium que está a un lado de la UANL.

“Se exhorta al secretario de Desarrollo Sustentable con el fin de que la Secretaría a su cargo envíe al Congreso una evaluación de la cantidad de partículas PM 2.5, dióxido de carbono, dióxido de nitrógeno y demás contaminantes que emitió la acerera Ternium en el año 2019 y en lo que va del año”, señaló.

“Además, se exhorta al secretario de Salud, Manuel de la O, para que la Secretaría a su cargo realice un reporte de las enfermedades respiratorias, cardiacas u otras que sean causa de la contaminación que emite la acerera Ternium en las áreas colindantes de la planta Guerrero”, agregó.

Parece que aunque tarde, el trabajo de los legisladores está caminando de la mano de expertos y la comunidad organizada de Monterrey, se le está poniendo orden para tener información confiable, zonificada y específica.

Aún no sabemos si la creación de la Comisión Estatal de la Calidad del Aire resulte en algo bueno y consiga ser un contrapeso real contra los intereses de la industria y el mal gobierno, pero de momento las mesas de trabajo parece que van muy bien, ya le ponen nombre a las empresas contaminantes y ya se intenta ubicar el daño a la salud que ocasionan, claro, nos faltan más nombres de industrias, que se divulguen, que se sepa quiénes son… y falta además que el gobierno consiga toda esa información, que sea real y seria, porque si no, de nada servirá tanto alboroto… o usted, ¿qué opina? 


alejandro.gonzalez@milenio.com

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