Probablemente te has encontrado en alguna situación en dónde has “sentido” que alguien te está mirando. De pronto giras la cabeza y confirmas que no estabas equivocado, alguien lo estaba haciendo.
“Ecopaestesia”, ese es el nombre que les ha sido asignado a tal fenómeno y que ha sido abordado por la neurociencia. Sin embargo, y a pesar de las muchas investigaciones al respecto, no existen pruebas científicas sólidas que avalen el que tengamos una habilidad especial para “sentir” las miradas.
Hay otro plano en el que “sentimos” que nos ven. Te pregunto, ¿te has sentido mal al saber que hiciste algo incorrecto?, o quizá luego de ver algo que sabías que no debías ver, o de decir algo que generó daño. En parte es la consciencia interna, pero hay algo más: “Porque los ojos de Jehová contemplan toda la tierra”, 2ª. Crónicas 16:9. “Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, Y él considera todas sus veredas”, Proverbios 5:21.
Dios todo lo ve, y cuando digo todo, literalmente lo es. No solo lo que hacemos, también lo que vemos, decimos, escuchamos y pensamos. Dios tiene el registro completo de cada acción, de cada ser humano en el planeta: “Cómo, pues, se justificará el hombre para con Dios? ¿Y cómo será limpio el que nace de mujer? He aquí que ni aun la misma luna será resplandeciente, ni las estrellas son limpias delante de sus ojos”, Job 25:4-5.
Uno de los atributos de Dios es la “omnisciencia”; es decir que todo lo sabe. Por supuesto que podemos ser indiferentes al hecho, pero eso no cambia las cosas. Pero hay algo más; la mirada de Dios va acompañada de amor y misericordia. Él pudo habernos liquidado hace tiempo; pero ha estado esperando por nosotros: “…Dios es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”, 2ª. Pedro 3:9
Dios ha hecho provisión para resolver nuestro pecado a través de Jesucristo. Lo único que merecemos es su ira y la perdición eterna, pero Dios nos ama tanto que dio la vida de su único hijo para rescatar la nuestra. “Ve” a Jesús muriendo por ti en la cruz: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”, 2ª. Corintios 5:21
Sus ojos de amor te llaman. Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo.