¿Estamos cerca de leer los pensamientos?

  • En Corto
  • Alejandro Maldonado

Estado de México /

El 29 de enero de este año, Elon Musk dio a conocer en su cuenta de X el éxito de la primera intervención quirúrgica implantando un dispositivo desarrollado por su start up “Neuralink” en un humano. Se llama Telepathy (Telepatía), y según informó hace unos días, dicha persona pudo mover el cursor de un ordenador con la mente.

Pero técnica y científicamente estamos a infinitos años luz de conocer el pensamiento, las intenciones, o los deseos de alguna persona. Sin embargo, hay alguien que lo hace de continuo con cada ser humano: Dios. “Yo, Jehová, que examino los pensamientos y escudriño las intenciones del corazón”, Jeremías 17:10.

Y Dios se humanó en Jesucristo, quien conocía todos los pensamientos de quienes le rodeaban. Este es solo un ejemplo: “Entonces vinieron a él unos trayendo a un paralítico, que era cargado por cuatro. Y como no podían acercarse a él a causa de la multitud, quitaron parte del techo de donde él estaba y, a través de la abertura, bajaron la camilla en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensaban para sí: “¿Por qué habla éste de ese modo? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?” Y conociendo luego Jesús en su espíritu que pensaban de esta manera dentro de sí mismos, les preguntó: ¿Por qué piensan así? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: “Tus pecados te son perdonados”, o decirle: “¿Levántate, toma tu camilla y anda”? Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados —dijo al paralítico—: A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”, Marcos 2:3-11.

Solo Dios conoce cada pensamiento, intensión, deseo y acciones de cada ser humano; y aún así, nos ama. “Pero Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”, Romanos 5:8.

Dios ve en nosotros lo suficiente para condenarnos; y ve en sí mismo lo suficiente para salvarnos. Jesús pagó ya el precio de nuestro rescate en la Cruz. Nos toca individualmente creer en Él; arrepentirnos, y pedirle que venga a morar a nuestro corazón y nos salve. Él te anhela, y por su gracia inmerecida el Cielo te aguarda...


Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.