Lady be good

  • En Corto
  • Alejandro Maldonado

Estado de México /

Con el nombre de una popular película musical de 1941 fue bautizado el bombardero estadounidense, destacado en Libia durante la Segunda Guerra Mundial. El 4 de abril de 1943 realizó su primera y única misión: Bombardear puerto de Nápoles, Italia. Lo hizo con éxito. Nueve aviadores iban a bordo, pero el avión nunca regresó a su base y se dio por perdido en el Mediterráneo.

En 1958, exploradores petroleros británicos hallaron los restos por casualidad, a 710 km al sur, en el desierto libio. Estaba asombrosamente preservado: ametralladoras operativas, instrumentos de navegación y radio funcional, agua potable, café y diarios.

Al agotarse el combustible, la tripulación saltó en paracaídas, dejando el avión en piloto automático. Uno murió al fallar su paracaídas. Los ocho restantes caminaron más de100 km al norte antes de perecer por deshidratación.

La pregunta es inevitable: ¿qué fue lo que pasó?, ¿por qué sobrevolaron su base y se internaron en el desierto? Un fuerte viento de cola aceleró el regreso. Los instrumentos indicaban que habían llegado a la base, sin embargo el piloto confió más en su cálculo personal -suponiendo que el tiempo de regreso debía ser igual al de ida- que en los datos reales. Esa apreciación resultó fatal.

¿No nos sucede similar? Dios nos dio la Biblia como guía infalible, pero confiamos en nuestra capacidad o ideas. De pronto, la vida se estrella: el matrimonio se desmorona, los hijos se van, una mentira sale a la luz, lo oculto emerge como boya incontenible y el honor desaparece en segundos.

Sin importar cuán difícil o irremediable parezca nuestra situación, la Biblia nos recuerda que existe un “pero” lleno de esperanza: “Pero Dios, rico en misericordia, por su gran amor... aun muertos en pecados, nos dio vida con Cristo, por gracia sois salvos”. (Efesios 2:4-5).

El perdón de todos tus pecados ya fue obtenido por Jesucristo en la cruz. La salvación eterna está a tu alcance, de manera inmerecida -por la gracia de Dios- si la recibes por medio de la fe. Quizá debamos vivir con las consecuencias de nuestras malas decisiones, pero Jesús promete no dejarnos ni desampararnos y estar con nosotros hasta el fin de los tiempos. Pídele ahora mismo que venga a morar a tu corazón y te salve. Nunca te dejará ni desamparará. Solo cree y verás.


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