¿Qué necesidad?

  • En Corto
  • Alejandro Maldonado

Edomex /

Maria Antonieta decapitada cantando música de una banda de “Death Metal”; “Amores parisinos”, con una coreografía de bailarines exaltando la cultura LGBT+, dos hombres besándose y un trío amoroso encerrándose en una habitación; desfile de “talentos emergentes de la moda” en el que participó una mujer transgénero; "Festividad" que comenzó con la imagen de un grupo sentado a una mesa en el que estaban varias célebres “drag Queens” y en medio una mujer con una corona circular sobre su cabeza, lo que de inmediato generó la impresión de ser una parodia de la “Última Cena”; Philippe Katerine -cantante popular francés- casi desnudo, con el cuerpo pintado de azul y con guirnaldas de hojas y frutas, como evocación de “Baco” o “Dionisio”, dios del vino y los placeres carnales.

Muchos dirían, ¿qué necesidad” de presentar ese tipo de cosas en la inauguración de los Juegos olímpicos de París 2024? Tales puestas en escena debieron haber pasado por la revisión y aprobación de quienes organizaron la ceremonia. Esto podría significar que hubo intencionalidad de reflejar el rumbo que ha tomado una parte amplia de la sociedad occidental.

“¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!”, nos dice el Señor en Isaías 5:20.

Dios conoce las consecuencias del pecado en nuestras vidas. El pecado empieza como un pequeño tumor que crece y hace metástasis deformando, destruyendo y llenando de dolor la existencia.

Dios podría dejarnos en nuestra miserable condición. Pero Dios nos ama a pesar de conocernos, y por eso envió a su hijo unigénito en nuestro rescate: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”, Romanos 5:8.

El eterno, justo, santo y perfecto Jesucristo se ofreció como nuestro sustituto en la cruz. Nuestro pecado, juicio y castigo cayeron sobre él. Cuando acabó de pagar nuestra deuda dijo, “consumado es” y entregó el espíritu.

“Dios quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”, 1ª. Timoteo 2:4-5.

¿Qué quieres tú? Cree en Jesucristo, y pídele que venga a tu corazón y te salve.


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