Cáncer de ovario en México

Ciudad de México /

Hace unas semanas se difundió por varios medios el fallecimiento de la actriz Edith González, la causa de muerte fue cáncer de ovario. Luchó digna y valientemente hasta el último momento, contra esta grave enfermedad.

La Agencia Internacional de Cáncer de la Organización Mundial de la Salud informó que en 2018 se diagnosticaron en el mundo 198 mil 500 casos y hubo 110 mil fallecimientos de cáncer de ovario. Corresponde a 3.4 por ciento del total de los 8.6 millones de mujeres que recibieron el diagnóstico de cáncer el año pasado. Hoy, este tumor representa un reto para el diagnóstico temprano y la supervivencia a mediano y largo plazo. No existe un método efectivo para su tamizaje, y por lo general se identifica cuando el tumor se ha extendido más allá del ovario lo que tiene muy mal pronóstico. Se han identificado factores de riesgo, como posibles causas de su desarrollo, como son la nuliparidad, la infertilidad, consumo de tabaco, antecedentes familiares e ingesta de hormonas de sustitución. En contraste, son factores protectores los anticonceptivos orales, la paridad, y la ligadura de los oviductos (trompas de Falopio).

Como muchos de los tumores malignos, el cáncer de ovario debe tratarse con cirugía y la mayoría de los pacientes debe recibir quimioterapia complementaria. Sin embargo, esta enfermedad tiene la característica que cerca de 30 por ciento de estas mujeres son portadoras de mutaciones en dos genes claves para el desarrollo de cáncer, denominados BRCA1 y BRCA2; es un examen genético obligado en esta población. Estos genes producen proteínas supresoras de tumores. Una mujer con mutación en alguno de estos genes tiene mayor probabilidad (70 por ciento) de desarrollar cáncer de mama o cáncer de ovario (40 por ciento).

Se estima que en México se diagnostican 4 mil 800 nuevos casos y hay 2 mil 700 fallecimientos por este tumor maligno. Al igual que en otras partes del mundo, en nuestro país esta enfermedad se diagnostica en etapas avanzadas y la sobrevida es muy corta, ya que este tumor recurre frecuentemente. Desde 2011, en el Instituto Nacional de Cancerología nació un programa especial para la atención gratuita de cáncer de ovario, gracias al cual se logró ampliar la cobertura financiera universal en toda paciente sin acceso a la seguridad social. Entre el 2011-2018 se han diagnosticado y tratado en el Incan mil 858 pacientes con esta enfermedad; se demostró que dicho financiamiento incrementó la supervivencia a 7.2 años, junto con mejoría de la calidad de vida, en contraste con pacientes atendidas entre 2009 y 2010 donde la sobrevida fue de 5.7 años.

Un hallazgo importante fue identificar mutación de los genes BRCA en 28 por ciento. Ello implica tratamiento adicional personalizado, de acuerdo con estándares internacionales; sin embargo, este medicamento tiene alto costo y no está financiado más que para un reducido número de pacientes. Representa un dilema ético y médico, ya que estas mujeres pueden y deben beneficiarse por este tratamiento, pero el recurso no alcanza para su acceso. Estos resultados ilustran cómo el financiamiento puede cambiar la historia natural de esta enfermedad, y donde también Edith González luchó para que toda paciente mexicana con esta difícil enfermedad tuviera la mejor oportunidad para su control.

He aquí otro reto más para el control de esta enigmática enfermedad.

*Comisionado de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad

  • Alejandro Mohar Betancourt
  • Comisionado de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.
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