La máxima organización de tenis femenil ha depositado su confianza en México para albergar certámenes de distintos niveles a lo largo y ancho del país, el último ha sido el WTA Finals, torneo de fin de temporada que este año se realizará en Cancún, ciudad que le ganó la sede nada menos que a la económicamente poderosa Arabia Saudita.
No hay que dejar de lado que el tenis es el deporte con más potencial mundial en la rama femenil, sus jugadoras son las que más dinero ganan y las que más presencia mediática tienen, incluso por encima de las futbolistas, que por pertenecer al deporte más popular deberían estar en lo más alto.
Tampico es parte de este “boom” que ha encontrado el circuito femenil profesional en México, con la realización de un torneo de nivel WTA 125 que el año pasado regresó tras un paréntesis provocado por diversas situaciones y agravado por la pandemia.
De la mano de Fernando Tamayo, quien se define como un apasionado del tenis más que como empresario deportivo, el Abierto de Tampico ha crecido más allá de su denominación dentro del calendario anual de torneos.
Y es que por sus canchas han desfilado jugadoras que con el paso del tiempo se han convertido en verdaderas protagonistas a nivel mundial, como la española Paula Badosa, las checas Barbora Krejcikova y Katerina Siniakova, la belga Elise Mertens, la canadiense Leylah Fernández y la croata Petra Martic, entre otras.
El torneo empezó su historia en el 2013 con su primera edición que se realizó en el Club Campestre de Tampico, donde se jugó los dos primeros años, posteriormente se mudó al Centro Libanés para jugarse del 2015 al 2017, año en el que se jugó por última vez pues en el 2018 dejó de realizarse para volver el año pasado, pero ahora con una sede propia, un complejo construido exclusivamente para el torneo en la Ciudad Deportiva.
Fernando quiso hacer algo por su ciudad y decidió hacer un torneo de tenis, sin pensar que con el paso del tiempo se convertiría en un emblema de Tampico que ha despertado el interés nacional e internacional tanto de jugadoras como visitantes.
Para este año se prevee que el torneo tenga una cobertura nacional a 27 ciudades por medio de un convenio recientemente firmado con dos cadenas de televisión, además de varios medios digitales, mientras que a América Latina llegará a 17 países por televisión de paga y medios digitales.
A nivel internacional se trasmitirá por streaming a más de 100 países por medio del trato que tienen con la famosa empresa Crionet, que trabaja con la mayoría de los torneos ATP y WTA en todo el mundo y que son proveedores de servicios de Live Score y producción de transmisiones.
Adicional a esto, actualmente el torneo se encuentra en pláticas con Tennis Channel para que el Abierto de Tampico sea parte de su parrilla de torneos, lo que le daría una mayor exposición internacional.
Nada mal para ser torneo de categoría WTA 125, que de ser un torneo para los tampiqueños, con el paso del tiempo se ha convertido en un atractivo para toda la afición mexicana al deporte blanco.