Ver el tenis como una profesión en la que el jugador tenga garantizados ingresos dignos parecía una utopía.
Sin embargo, las autoridades del tenis varonil mundial, en este caso la ATP, se preocuparon por que sus agremiados tuvieran un sueldo base, tomando en cuenta que aunque no ganen un trofeo todos son parte del espectáculo errante que lleva diversión a todas partes del mundo.
Fue así como nació el programa “Baseline”, un modelo que tiene como base fundamental la creación de una especie de salario mínimo anual para aquellos tenistas que logren meterse entre los 250 mejores del ranking mundial a partir del 2024, año en el que empezará a funcionar este proyecto.
El tenis es un deporte caro y llegar a vivir de él es el sueño que muy pocos logran concretar, es por eso que desde años se busca la manera en que aquellos jugadores que no estuvieran en el top mundial tuvieran mejores condiciones para continuar su carrera en este deporte.
En columnas anteriores hablábamos de algo parecido, decíamos que cada semana solo un jugador es el que levanta el trofeo de campeón mientras el resto pasa al grupo de perdedores; visto por el lado económico, son pocos los que se llevan cada semana el premio mayor y el resto tiene que conformarse con pocas cantidades.
No obstante, todos aportan su talento para que un torneo y sus organizadores salgan adelante y se mantengan por muchos años. Pues bien, este proyecto puede ser la respuesta monetaria para aquellos tenistas que se la pasan viajando por el mundo brindando espectáculo.
El sistema “Baseline” se basa en tres medidas elementales, la primera consiste en que el jugador tenga ingresos básicos garantizados, con un salario mínimo para tenistas que no lleguen a estar al nivel de premios en metálico y que le permitan vivir y trabajar con tranquilidad, es decir, en caso de que los ingresos en premios de un jugador queden por debajo del umbral garantizado, la ATP intervendrá para cubrir el déficit.
Para la temporada 2024, estos niveles son 300 mil dólares para los jugadores ubicados en el top 100, 150 mil para los ubicados entre el 101 y el 175 y 75 mil dólares entre el 176 y el 250.
La segunda medida es la de protección contra lesiones, un recurso extra para sustentar a tenistas que se pierden amplios tramos de la temporada por lesión y corresponderá para aquellos jugadores que jueguen menos de nueve eventos ATP Tour y Challenger Tour en una temporada debido a una lesión, e incluye sumas de 200 mil dólares para los top 100, 100 mil (101-175) y 50 mil (176-250).
Por último, está el que la ATP llama “Newcomer Investment”, un incentivo para las promesas del deporte que necesitan dar un paso extra para llegar a la élite, los cuales tendrán acceso a 200 mil dólares de financiamiento al entrar en el top 125 por primera vez, pagados por adelantado para la siguiente temporada y compensados con los premios en metálico.
Este programa es una respuesta a la crítica de desigualdad entre los tenistas élite que ganan grandes sumas de dinero y aquellos que luchan por llegar al fin de mes, viéndolos como un gremio que se apoya mutuamente.