Cuando pensamos en los efectos secundarios que la pandemia por COVID-19 ha dejado, y seguirá dejando, en temas de recuperación económica, solemos pensar que la falta de digitalización de las empresas en el país ha sido un factor importante en el impacto recibido. Sin embargo, después de analizar cómo reaccionaron muchas compañías mexicanas ante los retos de la contingencia sanitaria, descubrimos que no se trata de una situación de opuestos entre las empresas digitalizadas y las que aún no lo están.
Al evaluar este tema en diferentes industrias, vemos diferentes niveles de digitalización y de necesidades de transformación digital que pueden ser cubiertas por la nube. Para muchas organizaciones sí se trató de un momento de disrupción en tiempo récord, pero para otras fue un momento de aprender a sacar el mayor provecho de las tecnologías que ya estaban implementando. En las estrategias de recuperación económica, la nube se ha posicionando en el centro de transformación tecnológica. Para algunas empresas representa un aliado para mantener la colaboración de sus empleados incluso a distancia, para otras es clave para aprender a conocer al usuario o cliente y optimizar sus esfuerzos de conexión, mientras que algunas más la están viendo como una pieza indispensable para eficientar la logística y procesos internos.
Al ver de cerca la situación tecnológica de las compañías en México, la digitalización basada en nube es más alta de lo que muchas veces se cree. De acuerdo con una encuesta realizada por IDG, el 60% de las empresas en el país ya han adoptado soluciones basadas en nube, en comparación con el 57% global, y 10% incluso son nativas digitales.
Tener un nivel de digitalización ya avanzado le permitió a dichas organizaciones evitar que sus iniciativas de TI se vieran detenidas o pospuestas por la pandemia. Esto significó que pudieran seguir avanzando en medio de la adversidad. A nivel mundial, de las compañías que ya habían comenzado la adopción de la nube antes de la pandemia, sólo el 23% reportó haber parado o pausado sus iniciativas tecnológicas, a diferencia del 37% de las empresas que aún no adoptaban soluciones de nube. Si lo vemos solo en compañías mexicanas, las que se vieron más afectadas por COVID-19 en este tema fueron solo el 19%. Esto habla de que en el país ya existe una mayor madurez digital.
Entonces, ¿cómo continuará esta adopción en el futuro próximo? Aunque aún hay un 30% de empresas que apenas comienza — o aún no ha iniciado — su transición a la nube, este gran número de compañías descubrió los beneficios de su transformación digital en un momento crítico y está pensando en el siguiente paso para apalancar la tecnología hacia su estrategia de recuperación e inevitable transformación. Los líderes de TI de estas empresas ven la nube en su estrategia como un aliado estratégico para superar las barreras de creación y transformación, aumentando la flexibilidad de su organización e impulsando la innovación basada en datos. Dentro de los planes que tienen las compañías mexicanas para la siguiente fase de aceleración digital, el estudio de IDG destaca el uso de nube para temas decolaboración y productividad. Esto responde a la tendencia entre las empresas de mantener el trabajo remoto o híbrido de manera permanente una vez que haya pasado la pandemia. Seis de diez compañías en México respondieron que están en proceso de acelerar nuevas iniciativas para mejorar el trabajo remoto y la capacidad de colaboración de sus empleados en un contexto digital. En cuanto a industrias, el 77% de las empresas de comercio minorista y de productos de consumo están promoviendo este tipo de trabajo, seguido por manufactura y organizaciones industriales en donde el 66% planea implementarlo.
El interés de los negocios mexicanos por integrar soluciones tecnológicas a sus planes es algo visto previamente a la contingencia sanitaria que nos golpeó en 2020. Sin embargo, ahora observamos que este interés se ha elevado a una necesidad que responde a la capacidad de respuesta que la nube brinda a los tomadores de decisiones. La tecnología va más allá de un aliado práctico, es un socio estratégico que aumenta los niveles de respuesta y capacidad de transformación de las empresas gracias a la claridad y la visión que el análisis de datos y la habilidad de crecer de manera elástica, y por lo tanto poder responder a las necesidades más inmediatas.
Amilcar Alfaro, Director de Marketing para Google Cloud en México