Conforme cerramos un año especialmente difícil, no quiero dejar de reflexionar sobre algunas lecciones aprendidas y que podemos poner en práctica en torno a las inversiones.
La pandemia por covid-19 nos recordó a todos, que lo único constante es el cambio, que la globalización no se limita a aspectos comerciales y culturales, pues también tiene componentes en materia de salud, educación y de finanzas personales.
También que no podemos controlar al 100% el entorno en el que vivimos ni algunos de sus efectos en nuestra realidad, sin embargo, si podemos tomar acciones para mitigar y anticipar eventos probables o ciertos.
Para muchos, la pandemia se tradujo en volver realidad los riesgos de salud y financieros que no veíamos cercanos. Por ello, igual que hay recomendaciones para evitar el contagio, también debemos tomar medidas para tener una vida financiera más saludable.
Si tomamos en cuenta que, acorde a una encuesta hecha por BlackRock, para los mexicanos el dinero es la causa número uno de estrés y que 54% piensa que no tiene suficiente para invertir, nos percatamos de la gravedad del problema.
Además muestra que los inversionistas mexicanos son 7% más felices, que 11% tiene una sensación de bienestar más positiva y que el 67% cree que al invertir tiene más probabilidades de sentirse “estable y seguro” y mejorar su calidad de vida.
Si consideramos que, la mayoría de la población bancarizada en México tiene una cuenta de débito, nómina o ahorro, pero sólo una minoría tiene un producto de inversión, existe aún una gran oportunidad para que muchos de nosotros podamos generar mejores futuros financieros.
Desmitificando algunos temas, en México hay opciones de inversión para cada uno de nosotros, no importa la zona geográfica, nivel socioeconómico o condición especial. Tampoco se requiere de una alta sofisticación para ingresar al mundo del ahorro y la inversión.
Abrir una cuenta de inversión es más simple de lo que se piensa y puede hacerse, en muchos casos, de forma remota desde internet o del celular, ya sea con un banco u otra entidad financiera, con documentación sencilla y solo necesitas mil pesos para iniciar. Lo mejor es que una vez teniendo tu cuenta abierta contarás con la asesoría de profesionales para orientarte sobre qué inversión es la correcta para ti; depende de los objetivos y tolerancia al riesgo que tengas está desde la opción a corto plazo hasta el proyectos de largo plazo.
Hay que destacar que, mientras en una cuenta regular de cheques el dinero no genera rendimientos y por lo tanto pierde poder adquisitivo con el tiempo, una inversión genera rendimientos al inversionista para que el dinero trabaje para él. Por otro lado y dependiendo del tipo de inversión, se puede disponer de los recursos cuando se decida.
Ya está acerca el 2021, por ello recomiendo incluir en tus propósitos de año nuevo acciones que te permitan, a mediano y a largo plazo, tener un mejor futuro financiero. Algunas de ellas pueden ser:
1. Destinar tiempo para aprender sobre la cultura del ahorro y la inversión (por ejemplo Encuentro, el podcast de BlackRock México).
2. Abrir una cuenta de inversión y destinar un porcentaje de tu ingreso (no importa el monto) para lograr un objetivo concreto o preparar tu retiro.
3. Ser más consiente sobre cómo utilizas tus recursos, acercarse a especialistas, como los asesores financieros, facilitará tu inicio en el mundo de las inversiones.
El poder del ahorro y la inversión puede, además de darnos estabilidad en los diferentes ciclos de nuestra vida, cambiar el rumbo del país en torno a la reducción de la pobreza. Lo mejor para 2021.
*Director de Operaciones y de Estrategia para BlackRock México