Factor desequilibrante

Ciudad de México /

En la vida y en el deporte tendemos al equilibrio. El cuerpo busca mantener su balance, homeostasis. Las personas si bien pueden no buscar estabilidad económica o emocional, tampoco les sobra. En el deporte, valores como la disciplina normalizan y forjan hábitos que perduran en el tiempo, y que sólo a través de no cejar en el tiempo es que rinden frutos. Atletas y entrenadores plantean estrategias con el fin de darle certeza a lo que se va a hacer en la cancha o competencia.

Sin embargo, tanto en la vida como en el deporte si todo tuviera un equilibrio, nada cambiaría. No habríamos innovado ni desarrollado cosas con el fin de extender nuestra esperanza y tiempo de vida. Seguiríamos viviendo a través de trueques, y ¿quizá no dimensionaríamos la felicidad como lo hacemos? No existirían esos momentos decisivos en las trayectorias de atletas y entrenadorxs, y se empatarían todos los juegos. Esto no pasa: la humanidad y sociedades evolucionan, nuestras mentes cambian a lo largo de nuestras vidas, decidimos probar e ir a lo desconocido con la creencia de que vamos a ganar, y finalmente… se marca esa diferencia entre ganar y perder.

¿Cómo? Aunque tendemos y quizá buscamos estabilidad o equilibrio, ni siempre lo alcanzamos, ni es perpetuo. Como no es perpetuo, en realidad la vida y el deporte es este juego entre estabilidad y eso que la rompe. Ese factor desequilibrante que te obliga a cambiar porque te saca de lo usual, o de la rutina. Ese factor desequilibrante que te obliga a decidir, a aprovechar una oportunidad, a querer cambiar, a ganar. Este ir y venir ha llenado páginas y derrochado muchas palabras e ideas a lo largo de la humanidad y a través de los tiempos, y honestamente, a mí me intriga.

Genuinamente creo que cuando eres capaz de identificar ese desequilibrio, no sólo puedes contextualizar y darte cuenta de qué significa el equilibrio per se, y qué implica mantenerlo, sino que puedes imaginar mejores y diferentes equilibrios. Mejores hábitos, mejores técnicas, diferentes estrategias. Cosa que no precisamente pasa cuando sólo ves y reproduces lo estable, lo que siempre ves. Es más fácil ciclarte, que imaginar. Quedarte en lo que conoces, que ir más allá. No arriesgar, y perder. Por eso el tan usado cliché de: el que no arriesga, no gana.

Por eso, agradezco que Milenio quisiera incluirme como parte de su equipo. Como diríamos en términos futboleros, gracias por darme la confianza y debutarme como columnista regular. Así como en su momento tenía que ser un factor desequilibrante en cancha, quiero serlo aquí y escribir sobre esos momentos que rompen la normalidad en el deporte, o sobre esas cosas que pueden normalizar lo extraordinario, el desequilibrio. Nos vemos cada 15 días.

Ana Paola López

  • Ana Paola López
  • yrigoyen@gmail.com
  • Ex futbolista en Pumas, Pachuca y Cruz Azul. Politóloga. Entrenadora por la ENDIT. Podcaster y conferencista desde 2017.
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