Los planes de inversión pública de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como de Petróleos Mexicanos (Pemex), son insuficientes respecto a las necesidades del sector, según los planes de desarrollo sustentable que promueve la sociedad civil y que son apremiantes para el país. La descentralización del sector energético puede ser una opción viable para, con la participación del sector privado, reactivar la economía nacional y transitar hacia las energías limpias. Simplificar y facilitar la inversión y operación de proyectos mediante incentivos fiscales y de mercado es algo que los estados pueden hacer a través de sus órganos administrativos. Así, la gestión del gobierno federal alrededor de CFE y Pemex funcionaría como el complemento idóneo para que la rectoría del sector energético mexicano se fortalezca y transite, en la medida de lo posible, hacia fuentes renovables y sustentables.
La huella ecológica, es un indicador para conocer el impacto ambiental que generan las actividades del ser humano y éste a su vez se relaciona con la capacidad que tiene el planeta tierra para regenerar esos recursos. Fue diseñado por William Rees y Malthis Wackernagel a mediados de la década de los noventa del siglo pasado. Según numerosos estudios y reportes por los mismos autores y la comunidad científica que estudia los efectos del cambio climático, desde el año 1970, el mundo ha tomando el rumbo de la insolvencia ecológica. Y es que el pasado 22 de agosto, el Fondo Mundial para la Naturaleza anunció que a partir de esa fecha, habremos consumido más de lo que el planeta es capaz de regenerar por su propia cuenta, en todo el año.
En la mayoría de los países desarrollados se están agotando muchos ecosistemas producto del consumo acelerado de recursos y del uso excesivo de energía. El crecimiento poblacional a nivel mundial con los malos hábitos que tenemos para satisfacer la vida cotidiana es otro de los motivos por los cuales estamos poniendo en riesgo al sistema. El modus vivendi en la actualidad, esta sobrecargando al planeta tierra por lo que los ciclos naturales y su comportamiento en general, se está volviendo cada vez más impredecible.
Según un reporte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en México se aprecia un crecimiento importante de su huella ecológica, ocupando el lugar 49 en el listado de países con mayor déficit. Las actividades que más han incidido en ello son la quema de combustibles fósiles, la ganadería y la agricultura.
Contrarrestar los efectos del cambio climático y reducir la huella ecológica a la capacidad biológica del planeta, es una necesidad global. El ahorro de energía, o bien, la eficiencia energética es una iniciativa que puede contribuir directamente para desacelerar la huella ecológica. En México, los gobiernos estatales no solamente deberán promover las fuentes de energía renovables sino deberán implementar una política de eficiencia energética para un desarrollo económico y ambientalmente sostenible. Eliminar los plásticos de un solo uso además de hacer uso racional y adecuado del agua son medidas que podemos iniciar desde casa.
Se cree que la pandemia por la que atraviesa el mundo entero retrasó el día del sobregiro de la tierra, pues en el año 2019 resultó ser el 29 de julio; la fecha más temprana en la historia de la humanidad. Sin lugar a dudas, la pandemia del coronavirus dejará a la sociedad una serie de enseñanzas para repensar la definición de bienestar y replantearnos la importancia que tiene la naturaleza.