las firmas y gestoras de fondos e inversiones a nivel global, están próximas a emprender medidas para ‘penalizar’ aquellas empresas que no contribuyan a la mitigación de los efectos del cambio climático. Hace tiempo, el presidente de Blackrock, Larry Fink aseguraba que debido al calentamiento global y a su impacto sobre el crecimiento económico y la prosperidad, se encuentran en los inicios de un replanteamiento de las finanzas desde sus cimientos. Y es que el investigador por la Universidad de Rochester, Benjamin Hmiel, asegura que el metano emitido por los seres humanos está muy subestimado.
Esto significa que son más las emisiones de metano que se identifican en la actividad humana (como la extracción del petróleo y del gas). Por ende, existe una mayor probabilidad para solucionar el problema. El avance tecnológico y la reasignación de capitalescon políticas medioambientales son ejemplos de medidas que se deben adoptar para que el modelo económico global transite hacia un modelo sostenible, sin que eso signifique una merma en la rentabilidad para los inversores.
En ese mismo sentido, las mismas compañías de hidrocarburos han dado grandes pasos hacia la descarbonización de su modelo y han optado en diversificar su portafolio en miras hacia la transición energética. La empresa Shell por ejemplo, se ha comprometido públicamente a reducir la huella de carbono de sus productos energéticos en un 20% para 2035, y en un 50% para 2050. BP por su parte, ha anunciado el objetivo de convertirse en una compañía de cero emisiones netas en el horizonte de 2050, mientras que la empresa noruega Statoil, ahora Equinor, actualmente se encuentra desarrollando parques eólicos en países como Alemania y Polonia.
Así mismo, la elección presidencial en EU, jugará un papel fundamental para la transición energética en el mundo. En tres meses, Estados Unidos celebrará las elecciones presidenciales que deberán decidir si el actual Presidente, Donald Trump continúa cuatro años más al frente de la administración federal o, por el contrario, lo sucederá el candidato demócrata y exvicepresidente con Barack Obama, Joe Biden.
Desde sus promesas en campaña y ahora en funciones, el presidente Trump tomó la decisión de abandonar el Acuerdo de París para combatir el cambio climático. El Acuerdo de París fue un logro diplomático histórico; hace que prácticamente todos los países tengan una causa común para emprender esfuerzos ambiciosos para combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos.
La decisión del presidente Trump, arropa la recién emprendida política energética de nuestro país, en donde poco a poco, hemos visto decisiones recurrentes que nos han alejado de la competencia, el libre mercado y de las metas y compromisos asumidos en el orden internacional.
Por otra parte, el candidato Joe Biden, recién anunció arte de su estrategia en el sector energético. Dio a conocer un plan de dos billones de dólares para hacer frente al cambio climático. Prometió llevar a Estados Unidos nuevamente al Acuerdo de París y reestablecer las regulaciones climáticas que Trump ha derogado. Además, afirmó que creará millones de empleos a través de la generación de una economía de energías limpias que contempla la construcción de 500,000 estaciones de carga de vehículos eléctricos. Sin duda, la elección presidencial en EU tendrá un impacto directo en el rumbo que han tomado economías como la nuestra. Con los contrastes entre ambos candidatos, es innegable que la situación actual exige introducir una plataforma política moderna y ambientalista, en medio de una crisis económica y de salud pública que ha desolado al mundo entero.