La COMAR ante la feminización de las solicitudes de refugio

Ciudad de México /

Al asumir la presente administración, en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) nos encontramos con que se estaba experimentando un incremento notable del número de solicitudes de la condición de refugiado y con que gradualmente el peso de las mujeres en necesidad de protección internacional venía creciendo de manera notable.

En el primer trimestre del 2020 la COMAR y el ACNUR organizaron un curso de Derechos Humanos para personal de sus oficinas de Ciudad de México, Tenosique, Acayucan, Monterrey, Tijuana y Palenque y Tapachula. Dentro del curso, destacó la sesión especial sobre aspectos relacionados con la violencia basada en género presentada por Kim Thuy Seelinger, experta en violencia sexual relacionada con conflicto armado y desplazamiento forzado, quien actualmente trabaja con el ACNUR a efecto de contribuir a la comprensión del papel de la violencia sexual en el desplazamiento forzado. Kim ha trabajado con el Premio Nobel de la Paz Denis Mukwege, Doctor especializado en el apoyo de reparación de daño a sobrevivientes de violencia sexual relacionado con conflictos. Tras la sesión del curso interactivo con el personal de la COMAR, la especialista, valoró altamente a los participantes de la COMAR como un equipo muy comprometido y conocedor de los aspectos de violencia sexual y de género. Las palabras de Kim motivan nuestro trabajo pero no nos parece fruto de la casualidad. Desde el inicio de esta administración hemos puesto particular énfasis en la importancia de los aspectos de género, fomentado la sensibilidad y la empatía con las mujeres víctimas de persecución, violencia sexual y de género como un aspecto esencial de nuestro trabajo.

Es importante hacer hincapié en que la Ley mexicana para refugiados, protección complementaria y asilo político reformada el 31 de octubre de 2014, incluye en su fracción I del Artículo 13, el motivo de género como causal de la definición de refugiado. En esencia, tal fracción se apega a la definición contenida en el Artículo 1 de la Convención de Refugiados de Ginebra de 1951, principal instrumento internacional de la protección de refugiados. Sin embargo, esta fracción amplía la definición de refugiados para incluir el motivo de género. Esto constituye sin duda, una versión mejorada de la definición de la persona refugiada. Así y todo, el enunciado de Ley es insuficiente si la Institución encargada del tema de refugiados en el país no la utiliza adecuadamente. Por ello, la voluntad y sensibilidad, para que sus oficiales de protección, posean la capacidad técnica que les posibilite desarrollar la debida aplicación del motivo de género como parte constitutiva de su análisis de elegibilidad, es un aspecto esencial del funcionamiento de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR). De ahí la necesidad de mantener actualizado y plenamente capacitado a dicho personal.

Lo anterior es tanto más relevante cuanto mayor es el número de mujeres, ya sea en términos absolutos como en términos relativos. Esta cifra, ha ido creciendo de manera sostenida desde el año 2013, a partir del cual, año tras año se ha venido rompiendo el record del número de personas en general como de mujeres en particular en búsqueda de protección internacional. La siguiente información es elocuente en ese sentido:

El año del 2013 solo solicitaron 309 mujeres la condición de refugiado, lo cual constituía el 30.02% del total de solicitantes, los años subsiguientes, el número de solicitantes de mujeres se fue incrementando hasta cerrar el año pasado con un total de 30,029 mujeres solicitantes. Es de destacar también, que el 2013 solo 185 mujeres eran las titulares de las solicitudes de la condición de refugiado y esta cifra se incrementó cada año hasta cerrar el 2019 con 14,572 mujeres titulares solicitantes de la condición de refugiado.

Las mujeres en búsqueda de protección internacional suelen haber sido víctimas de persecución basada en género, incluyendo agresiones sexuales, trata de personas, desapariciones forzadas de sus seres queridos y detenciones arbitrarias. En la de la COMAR, se suman historias de horror de refugiadas de varias nacionalidades.

Por ello en la COMAR trabajamos por la plena integración de las mujeres refugiadas en la sociedad mexicana que requieren de compromiso de todas las instituciones públicas y de nuestra solidaridad.

En este contexto surgió la necesidad de establecer una mesa interinstitucional amplia con la participación de diversos actores públicos, organismos internacionales y de la sociedad civil a efecto de identificar los vacíos y/o prácticas deficientes y estar en condiciones de comprometer a las instituciones diversas en ayudar al proceso de integración de las y los refugiados. La mesa es presidida por el Subsecretario de Derechos Humano y Migración, Alejandro Encinas, con el apoyo de la COMAR como Secretaria Técnica.

*Coordinador General de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR).

  • Andrés Ramírez
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